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[𝓣/𝓷]

Abro mis ojos lentamente, mi mente está un poco mareada pero no más de lo normal lo cual me hace preocuparme un momento.

Intento mover mis manos pero están atadas y entiendo inmediatamente la situación en la que estoy nuevamente.

Comienzo a sentir las fuertes ataduras en mis extremidades y boca, mirando a mi al rededor buscando una manera de salir.

—Que bombón fuiste a encontrar —habla un hombre que entra junto con otro caminando en mi dirección—. ¿Qué haremos con ella?

—Pidamos algo de dinero por ella, seguro que alguien comienza a buscarla en cualquier momento.

Finjo estar completamente drogada, empiezo a hablar lentamente tratando de pedir ayuda y preguntar donde estoy.

El que parece ser el líder sonríe tomándome con fuerza del mentón mientras me observa el rostro con delicadeza. Remueve la venda que ata mi boca rápidamente.

—¡Por favor, no me hagan nada, solo díganme que quieren! —grito sacando lágrimas falsas de mis ojos.

Ambos comienzan a reírse, uno de ellos me suelta una cachetada sonora, no lástima pero simplemente me quedo quieta después de ello.

—No le hagan nada a mi hermanita, por favor —suplico.

—Claro que no le haremos nada linda, está a lado durmiendo —miente el súbdito.

Continuo mi actuación digna de un premio y aquellos intentan aprovecharse de ello, desabrochan mi camiseta, revelando el collar con la letra S de diamantes incrustados, agradezco que no lo hayan notado antes y sé que llegaran pronto por mí.

Escucho balazos en el piso de arriba que los desconciertan, detengo en seco mis lágrimas y comienzo a reírme incontrolablemente.

—¡Tardaron demasiado, comenzaba a divertirme! —grito sin dejar de reír.

Ambos de los que me vigilaban me miran con confusión, las lágrimas yacen en mi rostro pero solo puedo reírme maniacamente en este momento.

Me parece bastante gracioso que tendrán que matarlos frente a mí, que mi cuerpo esté completamente sucio y se ensuciara más

El líder desata mis manos y pies para tomar con fuerza mi cuerpo y poner una pistola en mi sien.

—¡OH NO! —grito tratando de parecer convincente pero sigo riendo— ¡AH, me va a matar!

—¿Qué carajo le pasa a esa perra loca? —cuestiona el súbdito retrocediendo.

Inmediatamente la sangre sale disparada y sus sesos salpican el lugar al igual que mi cara.

Cuando el cuerpo cae lentamente, Ran me mira sonriendo con el arma aún apuntando en la misma dirección. Detrás de él, Rindou permanece recargado en la pared junto con Sanzu quien fuma un cigarro.

—¡No se acerquen o les juro que la mataré! —grita quién me sostiene.

Los tres no cambian la gesticulación de sus rostros, simplemente observan al hombre sin inmutarse.

Le pateo la pantorrilla al hombre y tomo su mano que tiene la pistola torciéndola detrás de su espalda. Retiro el arma y lo pateo hasta que su cara se estrella en el suelo.

—Llegan tarde —murmuro molesta.

—¡Lo siento, bella! —se disculpa Ran agitando el arma mientras sonríe— Siempre es bueno hacer una excelente entrada.

You Right | Ran, Rindou y Sanzu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora