Lunes, el día en el que te replanteas porque debes salir de la comodidad de tu cama a las 7 de la mañana solo para ir a un lugar en el que vas a sufrir por las próximas 6 horas.
Me levanto, todavía con una batalla interna entre sí realmente debo hacerlo o no, y procedo a prepararme para el infierno que va a ser el día de hoy. ¿Por qué? Bueno, para empezar porque voy dos semanas retrasada, voy a ser la chica nueva y para rematar como éste sitio no es muy grande y probablemente todos se conocen entre ellos voy a resaltar como si tuviera en mi cabeza un cartel enorme con luces diciendo "Mírame, soy la nueva rarita del pueblo", sip va a ser un día maravilloso.
Bajo y me encuentro con ma desayunando con una cara de muerto idéntica a la mía, pero a mamá no la veo por ninguna parte.-¿Le diste muy duro a mamá ayer o que?-. Pregunto con una sonrisa torcida mientras me dirijo a preparar mi desayuno.
-A veces me replanteo el por qué te adoptamos-. Dice para posteriormente suspirar.
-Aww vamos, sabes que me quieres. Además, solo me estoy preocupando por mi querida madre y su salud-.
-Tu madre está perfectamente así que come que nos vamos en 5 minutos-.
-¡En cinco minutos no me da tiempo!-.
-Apañatelas, te lo has buscado tú solita-.
Y se va, ¡la muy desgraciada se va, con esa sonrisa de victoria en su cara! Todavía quejándome en mi mente me doy prisa en terminar de comer para después lavarme los dientes. Al terminar voy corriendo a ponerme las zapatillas y me dirijo a la salida donde veo a mi ma parada esperándome.
-Venga, que no quiero llegar tarde en mi primer día-. Dice y abre la puerta saliendo, yo siguiéndola de cerca.
Nos subimos al coche y, con la radio puesta, nos dirigimos a mi instituto en silencio, disfrutando de la música. Al llegar ma aparca en la entrada y, al ver que no salgo me mira con una ceja alzada.
-¿No vas a salir o qué?-.
-¿Tengo la opción de no hacerlo?-. Pregunto esperanzada, pese a que se la respuesta.
-Nop, ahora vete que llego tarde al trabajo-.
Resignada abro la puerta del coche mientras hago un puchero. Al ver que no tiene ningún efecto en mi madre resoplo y me despido de ella, para posteriormente dirijirme al enorme edificio que me intimidó la vez anterior, y que ahora intimida más si le agregas la cantidad insana de miradas que tengo encima.
Al entrar me dirijo a la secretaría que gracias a Diosito está casi al lado de la entrada. Cuando entro me dirijo hacia la secretaria para que me de lo que necesito. Cuando me refería a lo que necesito ¡no estaba pensando en un mapa de algún laberinto nivel experto! En serio, ¿cómo alguien puede andar por aquí sin perderse? Y más aún, ¿porque hay un sitio tan grande en un pueblo tan pequeño? Debe vivir alguien realmente rico aquí como para poder construir tremendo castillo de hogwarts estilo moderno.
De alguna forma milagrosa logro encontrar mi taquilla, en la que meto las cosas que no necesito y me quedo con el primer libro de ¿Historia sobrenatural? Pero que se han fumado los de este instituto y dónde puedo encontrar un poco.
Pese a lo raro del libro decido ponerme a buscar la clase, así me entero mejor por qué un libro para estudiar tiene un título que me llame la atención de verdad, quiero decir ¿que es mejor, historia sobrenatural o historia de las infinitas guerras y disputas que han tenido nuestros antepasados? Creo que la respuesta es obvia.
Llevo dando vueltas por casi diez minutos y me da la sensación de que más perdida no puedo estar. Con la de giros que he dado como alguien no me ayude yo de aquí no salgo. Justo al pensar en eso me choco con alguien y, como iba con prisa, ambos caemos al suelo.-Au, la puta madre, a dónde vas tan embalada chica-.
Cuando miro hacia adelante me doy cuenta de que quién ha dicho eso es un chico de pelo castaño oscuro y ojos ¿grises? ¿Desde cuándo la gente puede tener ojos grises? Estoy empezando a darme cuenta de que tengo demasiadas preguntas y pocas respuestas.
-Ey, ¿estás bien? No me suenas ¿eres nueva, necesitas ayuda?-. Dice mientras me extiende la mano.
-Ah sí, estoy bien, y claro que no te sueno, es mi primera vez aquí-. Le respondo mientras cojo su mano para poder levantarme.-Y me vendría bien un poco de ayuda sí.
-Ok, entonces ¿en qué puedo ayudar a la señorita?-. Pregunta haciendo una reverencia exagerada, por lo que no puedo evitar reirme.
-Em bueno, tengo "Historia sobrenatural" pero ni idea de dónde está, llevo diez minutos dando vueltas como estúpida-.
-Pues estás de suerte, yo también iba para allá, así que sígueme-. Tras decir ésto empieza a andar así que me doy prisa en seguirle, no quiero perderme más.
-Entonces, ¿cómo te llamas? Yo soy Leo-. Dice con una sonrisa.
-Yo soy Alex, un placer Leo-.
-Lo mismo digo. Así que, Alex, ¿te importa si veo que más clases tienes? Por si te puedo ayudar a encontrarlas-.
-Claro, me harías un gran favor-.
Le entrego la hoja donde viene mi horario y él esboza una gran sonrisa.
-Parece que vamos a ser compañeros en todo así que, es un placer conocerte nueva bestie-.
-¿No tienes ya un mejor amigo? No quiero tener a alguien persiguiéndome porque le he robado el bestie o algo parecido-.
-Nope, vas a tener el honor de ser mi primera mejor amiga. Alégrate, es un gran honor-.
-Lo mismo digo para tí Leoncito, ser mi primer mejor amigo es todo un privilegio-.
Tras decir ésto ambos nos empezamos a reir como locos, al parecer mi deseo de encontrar a un amigo en quien confiar ya se ha cumplido. Pese a que no suelo confiar en la gente tan rápido, Leo me da ésta sensación de confianza y tranquilidad que me hace imposible el desconfiar.
ESTÁS LEYENDO
El "bicho raro"
FantasyAlex ha vivido siempre bajo la protección de sus madres, sin relacionarse con otros. ¿Que pasará cuando un cambio de aires le haga entrar en un mundo totalmente nuevo? Solo hay una manera de averiguarlo.