" ESCÚCHAME " [ Billdip ]

Capítulo 19: "Ayer, hoy, mañana"

A través de las palpitantes paredes de la Temorámide la mirada del niño curiosea los exteriores.

El mencionado tal vez haya abandonado una etapa muy importante de su vida.

Una etapa de muchos sentimientos y experiencias de todo tipo, marcada por una mortalidad en su máxima expresión.

Ha aprendido a dejar muchas cosas atrás y, aunque todavía se dé la vuelta para observar de dónde vino, eso le ayuda a ver con más claridad hacia donde quiere ir.

Esas muchas cosas abandonadas no fueron sencillas de dejar, de hecho puede que todavía no esté del todo preparado para soltar ciertas cadenas; sin embargo ya nada le impide alzar las alas y volar.

Volar hacia donde quiera que decida llegar.

Y es justo en este preciso instante, este momento agridulce de la historia donde se desprende el pasado del presente para jamás regresar, ardiendo en el mismo corazón de Gravity Falls y dejando consigo  al futuro brillar.

Un futuro lleno de posibilidades, opciones, decisiones.

Empieza la verdadera cuenta atrás, el verdadero inicio de la historia, enmascarado tras el final de una gran etapa, conexión del ayer y del hoy.

Sin más, se alzan las llamaradas de un verde tóxico al horizonte, anunciando con nuevos gritos de un desespero perfecto el inicio de una aventura o dos.

No siente miedo, no siente angustia, todo lo que puede llegar a sentir es euforia colmada y acompañada por la de su compañero, el mismísimo Bill Cipher, el nuevo dueño y amo del planeta Tierra.

"Esto es...", comienza a hablar el joven.

"El verdadero Raromagedón, Pino", acorta el demonio, levitando a su lado.

Dipper detiene su curiosidad para dedicarle atención a él, examinando los detalles que indican visiblemente la emoción en su ojo, la locura en su nueva carcajada.

"¿No es perfecto? ¡Observa esto, niño!", exclama lleno de entusiasmo mientras lo agarra por la cintura de manera súbita, juntando su cuerpo humano contra su figura piramidal tridimensional.

En un parpadeo ambos aparecen flotando en un punto del basto cielo, sin embargo su característica tonalidad azul suave ahora luce corrompida por los tonos intensos y caóticos del Raromagedón.

Gravity Falls permanece inferior muy por debajo de sus pies, casi ridículo, fulminado por una grandiosa explosión que prácticamente lo redujo a meras cenizas —no hace mucho rato—.

Es más parecido a una mancha negra en un mapa, que un hogar.

Y por más que trate de rebuscar otra sensación, sólo consigue sentir paz.

Alza la mirada hacia el horizonte y contempla —con su vista superiormente desarrollada gracias a los poderes— el caos a escala mundial.

Puede oír hasta el último ruego de la última familia con esperanza en sus corazones, puede llegar a ver demonios arrasando edificios, locura arrancando vidas y la cordura desapareciendo de las faces del mundo entero.

Algunos grupos de sobrevivientes luchan por encontrar un sitio donde esconderse, donde resguardarse, y Dipper no puede evitar recordar a su yo del pasado.

Y volver a recordarlo le causa asco.

Tan fuerte es el pensamiento, que siquiera se da cuenta de que su compañero le estaba hablando.