Capítulo ¿Uno?

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y no poder ubicarse le molestaba de sobremanera. Trató de pararse sin poder conseguirlo, aunque después de muchos intentos fallidos finalmente lo logró, pues sus piernas se sentían acalambradas y algo dormidas al igual que sus brazos.

Sentía un leve escalofrío recorrer su espalda, y su sexto sentido le avisaba que esto no era nada bueno, se sentía observado pero no podía ver absolutamente nada. Caminó despacio, temía chocar con algún objeto o mueble que pudiera estar en ese extraño lugar, trató de ir hacia una esquina de lo que creía era una habitación, pero no encontró nada. Se sentía desesperado, estar tanto tiempo sin poder ver lo volvía loco, creyó sentir un leve murmullo que cada vez se hacía más fuerte, no podía identificarlo por más que lo intentara y aunque fuera extraño lo hacía sentir completamente mareado y sofocado. Lo hacía sentir malditamente culpable y no sabía por qué. Una fuerte presión en su pecho lo hizo caer al suelo de forma brusca y repentina, mientras que una mano jalaba su pierna derecha y le hacía heridas con sus grandes garras.

Trató de sujetarse al piso con sus dos manos, llegando a utilizar sus uñas, las provocaban un molesto y agudo chirrido que retumbaba por todo el sombrío lugar. Sabiendo que con su fuerza no podría evitar ser arrastrado, levantó sus manos del frio suelo y trató de soltarse a base de patadas y arañazos. Cuando sintió un leve dolor en su pierna se dio cuenta de que ya nada lo estaba sujetando, así que rápidamente se levantó. Nuevamente los murmullos comenzaron a sentirse por el extraño lugar, aumentando su sonido y haciéndolo estremecer. Cuando puso más atención a lo que decía la voz se dio cuenta de que no eran murmullos, eran más bien lloriqueos que se le hacían bastante familiares.

-¿Mabel?- dijo suavemente, hasta que una voz algo chillona le respondió.

-¡Dipper!- una voz completamente conocida, la de su hermana, que se oía desesperada y asustada.

-¡Mabel!- Gritó sintiendo como su pecho se oprimía cada vez más.

Corrió lo más rápido que pudo hacia la voz agonizante de su hermana, sus sollozos cada vez se escuchaban más cerca, sin embargo parecía no avanzar del lugar en el que estaba, aunque seguía corriendo con toda la fuerza que su joven cuerpo le permitía. "Rápido, rápido, Mabel te necesita. Apresúrate Dipper." Se repetía una y otra vez. Ya respiraba agitado y sus maltratadas piernas parecían no poder correr más, pero no se daba por vencido, ayudaría a su querida hermana aunque las fuerzas se le acabasen. "Aunque tuviera que hacer lo imposible" pensó, y en ese instante una gigantesca luz iluminó todo el lugar, dejándolo cegado por un momento.

Parpadeó repetidamente hasta que sus ojos fueron capaces de distinguir una imagen que lo dejó helado. Mabel estaba atada de brazos y piernas sobre una cama de sábanas blancas, repleta de rosas rojas en medio de una habitación con pareces mitad color carmesí y mitad negro. Vestía lo que parecía ser un babydoll rojo con encajes negros extremadamente corto, su cabello estaba suelto y sus ojos estaban cubiertos por un antifaz negro. Pero lo que más le impactó de la escena fue que un chico de cabello rubio le estaba mordiendo el cuello mientras reía levemente, disfrutando los sollozos llenos de pánico que emitía la joven.

-¡¿Qué demonios estás haciendo!? ¡Suelta a mi hermana!- gritó lleno de ira y se acercó amenazante hacia el joven rubio, quien le sonreía maquiavélicamente.

-¡Dipper, ayúdame!- gritó Mabel presa por el pánico.

El castaño trató de darle un fuerte puñetazo al culpable de las lágrimas de su hermana, pero simplemente golpeó el aire, ya que estos dos se habían teletransportado a otro lado de la habitación con un chasquido de dedos y ahora estaban levitando.

Miró al chico que sostenía a Mabel tomada de la cintura, mientras esta trataba de liberarse sacudiéndose inútilmente en los brazos de su captor.

Una copa de vino [Bill Cipher x Dipper Pines] Gravity FallsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora