6-Depresiones y Gemelos

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-¿Un baile? - Pregunté antes de tomar un sorbo a mí té.

-Sí, los chicos quieren celebrarlo en honor al club - dijo Reiko tomando de su taza.

-¿Pensáis asistir? -Pregunté mirándolas curiosas.

-Claro, ¿tú no? - Preguntó Yuuki con una pequeña sonrisa.

-Etto...yo...

-Cómo hermana mía, estás en la obligación de asistir - dijo Tamaki apareciendo a mí lado por detrás del respaldó del sofá.

-Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas - dije mirándole con los ojos entrecerrados - además ¿no tienes clientas que atender? - Pregunté con el ceño levemente fruncido, hacíendo que Tamaki se quedase de piedra y se fuesé solo a un rincón sombrío.

-Uuh, has tocado una fibra sensible - dijo Kaoru con una mano sobre el respaldo del sofá de las chicas con una sonrisa divertida.

-¿Ah? - Pregunté confusa ladeando un poco la cabeza.

-Últimamente, casi todas las clientas de nuestro señor se han transferido a la lista de Haruhi - dijo Hikaru en la misma posición de su hermano, solo que en mí sofá.

-¿En serio hay chicas que eligen a Haruhi? - dije con una pequeña mueca antes de sentír una fulminante mirada en la nuca, hacíendo que me giré para encontrarme a la castaña totalmente seria.

-¿Qué tiene de malo?

-No, no, no, es decir...es que, se me hace raro que las chicas no se den cuenta de, bueno...- dije tartamudeando y moviendo nerviosamente las manos con una sonrisa torcida.

-¿Hum? La verdad es que no hago nada especial, solo hablamos - dijo la castaña alzándose de hombros antes de caminar de nuevo para seguir repartiendo tazas de té.

-Hum...- inflé las mejillas observándo cómo las chicas se ponían rojas al hablar con Haruhi - pues sigo sin entenderlo - dije alzándome de hombros.

-¡Haruhi tiene que volver a lo que erá! - medio gritó de pronto Tamaki detrás de mí, hacíendo que pegasé un grito, saltará de mí sitio y se me derramará un poco de té.

-¡Tamaki!¡No hagas eso! -medio grite de vuelta con el ceño fruncido y una mano en el pecho, antes de que él me tomase de las manos con una principesca sonrisa.

-Onee-chan...me ayudarás a que Haruhi se transforme ¿verdad? - dijo el rubio con una gran sonrisa y con ojos chispeantes.

-Conmigo no cuentes - dije sacando mis manos de las suyas para darle la espalda.

-Aikaaaa - lloriqueo Tamaki con las manos sobre el sofá y con las mejillas cubiertas por dos ríos de lágrimas.

-Haruhi está bien, lo que le pasa es que trabaja aquí y habéis confundido a todas las chicas del colegio con, eso - dije señalando con un fulminante dedo a una Haruhi, servicial, con aspecto de chico, y con un aura inocente a su alrededor.

-Yo no quería...ellos...n-no me...avisaron..¡Yo no quería! - Lloró Tamaki de nuevo hipando con cada palabra que salía de sus labios.

-Mi señor acaba de entrar la señorita Kanako - dijo Kaoru señalando con el mentón a una chica de rasgos finos, y pelo corto castaño.

-Oh, Kanako-chan...es un placer ver- dijo Tamaki con su aura principesca y con una rosa entre sus dedos ¿de dónde la sacó? antes de que Haruhi se tropezase con sus propios pies cayendo al suelo con la bandeja de plata, dejándo en silencio la sala, antes de que la chica que acababa de entrar se acercarse a Haruhi, apartándole el flequillo de los ojos con una sonrisa.

La Nueva Protegida (PAUSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora