Wish You Back; Minsung

Ú N I C O

Cuatro veces donde JiSung soñó con su alma gemela, y una vez en la que no lo hizo

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—No deberíamos estar haciendo esto.

—Debe ser más específico.

JiSung untó su cuchara en el vaso de dulce de leche que habían comprado en la tienda de convivencia veinte minutos atrás, y sonrió traviesamente al ver a MinHo rodar los ojos.

En ese instante, JiSung podía sentirse infantil. No estaban ocultando algo de sus padres o jugándole una broma a su maestro, pero la adrenalina de comer algo fuera de su dieta con su persona favorita, viendo en la madrugada el dorama del cual ambos estaban obsesionados lo hacía sentirse vivo.

Lo hacía sentirse real.

La única iluminación en ese instante era la pantalla de la escena congelada del iPad del mayor, junto con el reloj digital de la cocina que marcaba rítmicamente las dos y quince.

El sonido era leve- no alcanzaba a ser invasivo ni propenso a despertar a sus compañeros de piso, solamente era un ligero vaivén de las gotas cayentes del grifo y la colisión del metal con el frasco de vidrio.

Ese era el pequeño mundo de JiSung y MinHo. Los pocos momentos dentro de esa realidad en donde podían ser normales.

—Por como van las cosas- la protagonista se confesará en tres capítulos más —apostó MinHo en un susurro, dando una cucharada al dulce de leche.

—La protagonista se confesará en este —dijo el otro, determinado; acercándose a él para poder ser escuchado—. Habrá un accidente automovilístico donde él estará involucrado, y ahí ella se dará cuenta de que no puede seguir dejando pasar el tiempo.

MinHo lo miró escéptico, tanto que JiSung se sintió atrapado.

No podía verlo a la cara cuando estaba ocultando algo.

—Ya viste este capítulo —concluyó MinHo.

JiSung, desconcertado por la falsa acusación, lo miró con rechazo mientras sacaba sus dotes actorales a la luz.

—Mentira —dijo—. No lo hice- ¿Cómo puede acusarme de algo así?, ¿En serio cree usted que yo sería capaz de hacerlo?, creí que me conocía.

—Diste una respuesta muy específica —MinHo se recostó en el respaldo de la silla mientras bufaba de decepción—. No puede ser. Ya no puedo confiar en ti.

—Hyung —el tono que JiSung había usado era meloso, ridículo también, pero todo con el fin de cumplir su objetivo—. No me diga esas cosas, ¿No ve que me hace daño?

—Te lo mereces- eres un mentiroso —chistó—. A ti tampoco te hacerme daño a mí.

—Vamos~, estaba intrigado —terminó por confesar, apoyando su cabeza en el hombro del mayor—. Y admita que usted igual lo está- por algo me sacó de la cama.

Habían roto dos reglas esa noche: las horas de sueño, y la dieta.

MinHo había sido en dar el primer paso. JiSung había estado embriagado de sueño que, antes de darse cuenta, se encontró a si mismo sentado en la cocina junto con una taza humeante de café y el iPad de MinHo en la página de inicio en la plataforma donde veían el programa.

Una cita, había JiSung escuchado oír la palabra de la boca de MinHo mientras movía sus cejas con burla.

—Entonces terminemos de ver este capítulo y nos vamos a dormir —demandó el mayor.

Pero JiSung emitió un ruido de su garganta.

—¿Qué?

—No sé si va a estar tranquilo después de este capítulo.