i. vii. hard to swallow.

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Max miró su galería de fotos en su celular, su abuela venía de visita y sus padres le había pedido que cancelara cualquier plan que tuviera, sí, su plan era su entrenamiento de Karate, y no, aún no le había dicho a sus padres. 

── Esa está linda.── Sam señaló la fotografía, eran Max y Miguel abrazados ayer en la noche.

── Gracias, Sam.── agradeció Max frunciendo el ceño. El timbre de la casa sonó haciendo a ambas chicas levantarse del sofá. Max abrió la puerta con una sonrisa.── Abuela.

── Hola linda, dame un abrazo.── pidió la mayor, Max abrazó a su abuela con cariño. ── Samy── saludó a su melliza abrazándola también.── Ojos de bebé , ven aquí.

Daniel había bajado y abrazó a su madre. Su tío Louie también estaba presente, hicieron una carne asada, Max miraba su celular en busca de alguna noticia sobre Miguel, Aisha o Hawk pero todo estaba muy callado. 

── Ya es malo que este monstruo este enseñado. ── Daniel comentó girando la carne, Max escuchaba pero en realidad no prestaba atención. ── Ahora convenció a la junta de que Cobra Kai volviera al torneo.

── ¿Qué!── gritó Max mirando a su padre con ojos bien abiertos.

── Lo sé.── Daniel le dio la razón a su hija, por razones completamente distintas. 

── Es horrible. No pueden dejarlos volver.── Lucille negó sobando la espalda de Max. La rubia estaba en un trance, debía de decirle, ahora. ── Son unos matones. 

── No todos lo son, ¿no?── preguntó Max introduciendo lentamente el tema, Sam la miró con el ceño fruncido pero no dijo nada, la rubia notó la reacción de su melliza y sudó frío.

Max y Sam siempre habían tenido una clase de conexión. Unos los llamaban poderes o 'el toque de los gemelos' pero nunca habían podido adivinar el pensamiento de la otra, esto era más un tema para saber si la otra mentía o no.

 ──Créeme cariño, no sabes ni la mitad.── desaprobó su abuela sacando a Max de su trance. ── Esos cobras son unos idiotas, le hicieron la vida imposible a mi hijo.

Quinn llegó con una ensalada en manos tomando asiento junto a Sam. 

── Diles que te empujaron por la colina.── Lucille le pidió a su hijo, Quinn soltó una risilla que trató de disimular no tan bien pues Lucille la miró ofendida. 

── Ya lo saben.── asintió Daniel con un suspiro. 

── Es un hijo de puta,── comentó Louie sentándose junto a Daniel.── entrando al torneo, más con todo lo que te hizo. Y le arreglase el auto gratis, no sé. Recuperemos el auto, podría investigar donde vive. 

── Papá, ¿que tal si Cobra Kai cambio?── preguntó Max alzando los hombros, como si la pregunta no le importara. ── Hay chicos de mi escuela que están ahí, eso no los hace malos automáticamente. 

── Por favor, Cobra Kai nunca cambiará.── Daniel negó completamente. ── Prométeme que te alejarás de esos chicos, ¿si? 

Max asintió en silencio, comió lo más rápido que pudo , se excusó y se retiró del jardín.  La tarde le fue silenciosa, marcó el numero de Miguel y este respondió rápidamente.

── Hola.

Max casi pudo escuchar la sonrisa en cara de Miguel.

── Hola. Mi casa se está volviendo loca.── contó Max suspirando, revisando que nadie la viera o escuchara.

𝐫𝐮𝐧𝐚𝐰𝐚𝐲  , miguel diaz ²Where stories live. Discover now