Capítulo 9: Tu cara es racismo.

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Muchas veces creí que varias de las personas en el mundo no eran lo que aparentaban, yo me ponía de ejemplo. Aquella rubia me describió como una chica engreída, una chica que se pone encima de los demás, y eso no era algo que me describiera en lo absoluto. En realidad ni siquiera me considero aparentar de esa manera. Puedo ser amiga de los dos chicos populares, pero ahí se queda, yo no soy popular, en lo absoluto. Y siendo sincera no estoy muy interesada en serlo. Tener a las personas hablando de ti a tus espaldas, hablando de tu manera de vestirte, de cómo se encuentra tu cabello esa mañana. No gracias. Me encontraba bien perdida en mi propio mundo e estándares sobre mi misma.

Cerré la puerta detrás de mí luego que Thender la hubiera abierto e ingresado por ella sin darme importancia alguna.

Lo ví adentrarse a su habitación y decidí hacer lo mismo. Subí las escaleras y camine hasta la puerta al final del pasillo, ya de pie frente a ella me detuve cuando estuve por tomar la manija. Mi mirada se giró un poco hacia la habitación de al lado y los sentimientos guardados no tardaron en aparecer. La nostalgia de no tener a mi pequeña hermana conmigo, de ni siquiera poder ir a visitarla porque vive al otro lado del país. Definitivamente era algo demasiado desesperante.

Solté un suspiro antes de abrir la puerta de mi habitación y cerrarla apenas mi cuerpo completo ingreso a mi dormitorio. Deje mi mochila caer de mi hombro, y me tire cansada sobre la cama.

Escuché mi celular vibrar en alguna parte de mi habitación, sin embargo decidí ignorarlo cuando recordé que estaba dentro de mi mochila, la misma que estaba tirada en el piso a un alcance demasiado.... lejano. Otra notificación y suspiré, algo en mí me estaba gritando que me levantara y tomara el teléfono, pero otra parte de mi estaba demasiado cómoda en mi posición actual. Me moví de manera exagerada sobre las sábanas antes de levantarme y toma mi mochila para tirarla sobre la cama, y seguido tirarme yo.

Me apoye sobre ambos codos buscando mi teléfono. Sonreí cuando lo tuve en manos. Desbloquee la pantalla de bloqueo permitiendome ingresar a la pantalla principal. Vi algunas notificaciones de mensajes en la barra, por lo que baje está sin mucha importancia, sin esperarme en absoluto lo que estaba por venir.

Mikelle: Hola Ani
¿Cómo va todo?
3:15p. m.

Mikelle: ¿Está bien si te
llamo "Ani"? Es que como
Dalio y Theo te llaman
"Dari" por las primeras
sílabas de tu nombre, pensé
en que yo podría llamarte
por las últimas sílabas; "Ana"
Pero cambiando la "A" por la
"I"
3:17p. m.

Mikelle: Creo que estoy
escribiendo demás.
3:18p. m.

Mi corazón se acelero y por primera vez en mi vida sentí enamorarme mucho más por el simple hecho de que alguien se haya tomado la molestia de pensar en un apodo para mí. Mis dos mejores amigos ni siquiera lo habían tenido que pensar, eran las primeras sílabas de mi nombre y simplemente salieron de sus bocas. Pero esto. Mikelle estuve pensando en una manera para llamarme, una que solamente sea de él.

No puede ser, Mikelle Jones estuvo pensando en mi.

Solté un pequeño gritillo de adolescente enamorada, mientras admiraba demasiado el palpitar acelerado de mi corazón.

Torpemente tome bien el teléfono en mis manos, colocando mis pulgares adelante para poder escribir.

Hola Mikelle

Con respecto a la primera
pregunta, todo va bien,
gracias por preguntar

Y sobre lo otro... Me encanta
el diminutivo, gracias por
tomarte el tiempo para pensar
en uno.

¿Enserio creíste que era un nerd?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora