Omegacembre JokWill

Aroma

*Hipersexualización de una persona de color, para los que no sepan a que se refiere, les recomiendo ver estudios de la percepción de la piel negra como objetivación. 

*Perdón William, estas bien buenote. 

 Es imposible no relacionar algún elemento natural o comestible con su pareja, el olor corporal natural de su otra mitad es primordial para que su relación sea compatible, está convencido que es un fetichista de lo peor, no le avergüenza, después de todo, lo primero que vio en William fue su color de piel, ese hermoso tono chocolate le hizo pensar sobre su sabor, cuando por fin pudo respirar el olor corporal natural del omega sin que le metiera una denuncia por acoso, no se equivocó, cacao y canela, combina con él.

Su nariz es adicto a ese peculiar y delicioso olor, no puede iniciar su día sin meter su fosa nasal en el cuello de William, en particular en la glándula donde desata esas feromonas, por el momento debe tragarse su instinto de morderle el cuello e inundarse de manera permanente ese olor en su cuerpo, pero el intercambio temporal de aromas no es tan malo como se ve, ambos parecen ser adictos al olor del otro, William en su momento más primitivo, se acurruca en su pecho y su nariz descansa en su cuello, a diferencia de él, las marcas de omegas a alfas no son permanentes, así que puede saborear inundarse de su olor y al mismo tiempo, a él del suyo.

William le ha dicho que su aroma es contrastante a su personalidad, siendo un alfa robusto y aterrador, no parece tan congruente que su aroma sea dulce y picante, descrito como un dulce mexicano según el moreno, ahora entiende porque siempre lo describen a él como una contradicción en persona, no le molesta ser llamado así, a William le encanta dormirse empapado de su aroma, su alfa se siente orgullo de que su omega quiera pasearse a todos lados con su olor encima, es una marca indirecta de posesión, es tuyo porque huele a ti.

-Me haces cosquillas- La risa de William vino acompañado con pequeñas contracciones.

-Joker, alfa, aun no me muerdas- William pidió con diversión.

-Sigo pensando que marcarte con mi mordida es mejor a considerar embarazarte- Dije sin despegarme de su cuello.

-Idiota, aun somos jóvenes, podemos marcarnos de otra manera- William beso su cabeza con delicadeza.

-Siempre te marco con mi olor- Admitió sin pena.

-Lo sé celoso, ya no se distingue cual es tuyo o mío- William volvió a reír el chupetón que mis labios le hicieron.

-No necesitas diferenciación entre los 2, eres mío y yo soy tuyo- Despegue mi cara de su cuello y nuestras miradas se conectaron.

El rostro moreno de mi novio se tiño de un rojo intenso, dibuje un sonrisa pícara y ambos juntaron nuestros labios, dulce y satisfactorio, nuestros aromas siempre hacen una combinación extraña o exótica, depende de lo trastornado que este él que lo huela, su dulce olor a chocolate siempre me satisface, tengo una adicción a los dulces, mamá siempre me dijo que devorarme y atragantarme con el chocolate me haría mal, me daría algo o simplemente me asquearía...

Valla que se equivocó, no puedo dejar de consumirlo, cada minuto, cada hora, cada día, ya sea con pequeñas cantidades o acabarlo por completo, William y su aroma a cacao y canela me han hecho un adicto y no estoy dispuesto a superarlo. 

*Espero que les guste, vengo inspirada.