Los días pasaban, Aida iba a la escuela, en situaciones y ocasiones dejaba salir a Eryx, también obtenía unas notas excelentes, luego de la escuela iba a trabajar, para luego llegar a su casa.
Era todo igual, todos los días.
Un martes, en la escuela, dos chicas no la dejaron entrar a su aula.
-Permiso... - dijo en un tono tímido.
-¿Cómo estás tan tranquila luego de que tu novio murió, eh? - preguntó de mala manera una chica alta mientras movía su cabello rubio teñido presumiendo su largo.
-Si, muy tranquila has estado - y arqueó la ceja aquella chica de cabello rojizo.
-Yo... - y bajó la mirada con miedo.
-Eres una rarita - y la pelirroja la empujó haciéndola caer.
-Déjame salir Aida - dijo Eryx en su cabeza. Aquella chica asustada asintió mientras cerraba los ojos y su cuerpo temblaba levemente. Se levantó y las miró ambas, con una mirada fría, penetrante y oscura.
-Anna... - dijo la pelirroja algo asustada por aquella mirada, una mirada que había cambiado rotundamente. Una mirada con miedo y clara, se volvió oscura, llena de maldad, odio, enojo, furia.
-¿Te doy miedo? - y sonrió mientras miraba a aquella chica.
-Anna... vámonos... está loca... - susurró en el oído de la rubia.
-Eso me dolió... - y la miró con tristeza. - Tendré que escribirlo en mí diario - y sonrió, una sonrisa pequeña pero algo torcida, una sonrisa que oscurecía su mirada aún más.
-Ja ja... que graciosa eres Aida... nos vemos - dijo Anna mientras se alejaba de ella y entraban al aula para irse al fondo de ella.
Eryx cerró sus ojos, Aida había vuelto. Decidió ir al baño y mirarse en el espejo.
-Eryx... quédate hoy... no quiero estar aquí.... - y se cubrió el rostro. - De acuerdo - dijo su reflejo.
Aida cerró los ojos, sus piernas temblaron al igual que sus manos. Abrió aquellos ojos azules y suspiró.
Salió del baño y se dirigía hacia su salón de clases pero una señora tocó su hombro.-Hola... señorita... ¿Aida? - y acomodó su cabello canoso.
-Si - respondió.
-¿Me acompañas? - y sonrió levemente. Aquella chica asintió y la siguió hasta una pequeña aula que quedaba cerca de la biblioteca. La hizo sentar en una silla y le sonrió. - Bueno linda, dime... ¿Cómo has estado? -
-¿Por qué estamos aquí? - y se cruzó de brazos.
-Vaya... vas al punto... bueno soy la psicopedagoga de esta escuela, me llamo Hannah, un placer -
-Aún no respondes mí pregunta - y la miró fríamente.
-Entiendo... te traje aquí Aida, porque he visto que en los recreos sueles hablar sola -
-Hablo conmigo misma - afirmó
-Entiendo, todos lo hacemos a veces... - dijo anotando en un pequeño cuaderno. - He notado que sueles estar sola y no tienes amigos... ¿Cómo llevas eso? -
-Me importa un carajo tener amigos, todos te abandonan en algún punto de la vida. -
-Entiendo - y anotó. - Se que ha sido difícil estos años... Tu madre, Martha es buena amiga mía y tengo conocimiento que tu estudiaste en casa por las situaciones económicas. --Si - afirmó.
-Bien... ¿Eres su hija adoptiva, verdad? - y la miró.
-Si - respondió.
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Aida
TerrorUna niña, llamada Aida fue secuestrada, vendieron su cuerpo para ganar dinero, sus padres biológicos la encontraron después de mucho tiempo, pero ya no sería la misma niña que conocían. Habla con Eryx, su reflejo dónde le cuenta todo. Eryx la proteg...