BUSCANDO EL AMOR ❤️Kacchako❤️

CAPITULO XXXV

No podían parar, el momento era sensual y apasionado, solo se podía escuchar el sonido de sus labios, Katsuki la toma de la cintura para tartar de tener más contacto con su cuerpo, era pequeña por lo que tuvo que encorvarse más mientras que Ochaco acariciaba sus mejillas para luego aferrarse a su camisa y poder acercarlo más a ella.

Después de la pequeña discusión que tuvieron gracias a Monoma no puedieron evitar besarse, al principio era delicado pero con los segundos se volvió ambriento, se deseaban y eso era un echo, Bakugou dirige sus labios al cuello de ella para poder besarlo a su antojo, Ochaco solo podía suspirar y gemir levemente.

-B-bakugou-kun...

Seguía besando su hermoso cuello, estaba extasiado por tanto dulzor, tanta belleza.

-E-espera...

Se dirigió a los labios de la joven y comenzó a besarlos sin parar, ella correspondió inmediatamente y esque...¿Cómo no hacerlo? Si el desgraciado besaba de maravilla, sentía que podía flotar por falta de gravedad mientras que el explotaría por tanta necesidad...la necesitaba, la deseaba...

-Oye Bro ¿Cuánto piensas tar...?

El rubio se aleja de Uraraka y mira con cara de pocos amigos al imbécil de Kirishima.

-Oh- exclama con rostro asombrado- ¿interrumpo?- sonríe de forma burlona.

-Por supuesto que sí maldito idiota- responde colérico.

-Una disculpa tórtolos- comienza a reir- pero ya debemos irnos amigo...se hace tarde para la casería, mira ya encontré mi espada.

Bakugou solo puede maldecir y preguntarse ¿Por qué su amigo es tan estúpido? Había olvidado su espada y por eso tuvieron que volver al palacio por ella, Katsuki iba caminando cuando se encontró a Monoma besando la mano de su cara de ángel, los celos no tardaron en aparecer, así que no perdió tiempo en ir y separarlo de ella...el resto es historia.

-Deberias ir Bakugou-kun- se gira para verla- yo debo ir con tu madre.

-Está bien- le da un último beso- no olvides lo que te dije cara redonda.

-No lo haré.

Se aleja de ella para salir del despacho junto al pelirrojo, suspira cuando ve la puerta cerrarse por completo, no podía mentirse ella también sabía que algo no andaba bien con Monoma Neito, tenía que tener precauciones con él...solo por si acaso...
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La casería se había extendido, el atardecer ya se asomaba y comenzaban a aparecer esos hermosos tonos naranjas y violetas en el cielo, estaba candado y sudado, lo único que quería era tomar un maldito bañando para poder reunirse con su novia en la cena y pasear un poco por los jardines.

Él sabía cuánto amaba la naturaleza, lo preciado que era para ella, quería algo simple, caminarían un rato, luego pondría una manta en el césped y se sentarian para apreciar las estrellas, sonríe para sí mismo.

-Si me hubieran dicho que terminaría así por una mujer, no hubiera dudado en contarle la lengua.

Se despoja de su camisa para luego continuar con sus pantalones y ropa interior, normalmente hay empleados que lo desvisten, visten y bañan pero a él le gustaba hacerlo por sí mismo. Se acerca a la tina, el agua estaba tibia perfecta para el calor que ya comenzaba a sentirse, estaba tenso pues aún no podía descansar del todo, tenía que idear un plan para poder proteger a su cara de ángel, estaba en peligro y él en desventaja, no sabía cómo atacarían pero estaría listo, después de un rato abandona la tina para colocar una toalla en su cadera, sale del baño para dirigirse a su cama y comenzar a vestirse pero lo que ve hace que se detenga repentinamente.