Aunque la "clave" para tener una vida llena de emoción es verle el lado positivo a todo, a Katsuki no parece funcionarle, quien con una vida difícil desde antes y después de la muerte de su padre se siente exhausto del regalo "más grande" de Dios, l...
—Lo siento me temo que no puede ir al baño por ahora.— Dijo una de las tantas enfermeras en el comedor.
—¿Porqué me negarían algo tan normal como ir al puto baño?—
—la razón por la que no puedo dejarla ir al baño es porque no tiene buena condición física, intentar vomitar la comida es algo que suele pasar muy seguido, y tengo la obligación de no dejar que algo así suceda.—
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..
Váyanse a la mierda.
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12:40pm
Había llegado la hora del almuerzo, y los pacientes eran obligados a comer, importándoles poco si era de su agrado o no la comida. Para Katsuki el día no podía ir peor, se suponía que estaba ahí para que algo en él cambiara, pero tener que ver a otros adolecentes peleando por sacar la comida de sus bocas le daban más ganas de suicidarse; Era repulsivo ver como con “discreción” eran reprendidos por las enfermeras, y como estos sollozaban aún más fuerte.
¿Dónde carajos estaba la mujer que se suponía que estaría con él?
Ya no soportaba estar en ese infierno, y más encima tenía que esperar 10 minutos para ir al baño.
Bakugo ya había terminado su comida, que por cierto sabía horrible, era un pedazo de carne fría con arroz y frijoles rojos. Mentiría si negara que quería ir a vomitar ese almuerzo, sin embargo el rubio solo se limitaba a guardar silencio y mirar la mesa en donde se encontraba, estaba en una especie de trance ensoñando, el tiempo no fue percibido y de un momento a otro ya habían pasado 10 minutos, no lo pensó dos veces y fue directo al baño.
Por alguna razón sentía miradas en él mientras iba de camino al baño, la mayoría era de unas cuantas chicas que lo miraban con confusión, pero la que más destacaba era de la bruja que lo obligó a comer hace unos minutos.
—Disculpa, ¿a dónde crees que vas?—
—¿Al baño tal vez?— Dijo el rubio con un tono obvio.
Sintió como las miradas se intensificaron, no soportaba ser el centro de atención, asique solo miró a la mujer con confusión esperando que le explicara que demonios estaba pasando.
—No entiendo que es lo que pretende, pero tengo un día muy cansado como para que me dé más trabajo.—
«¿Porqué se desahoga conmigo?» pensó Katsuki.
—Yo... No entiendo—
—El baño de hombres, es exclusivo para hombres, usted, debería ir al otro lado del comedor, al baño de chicas.—
Hubiese preferido no tener que entender, no importaba el lugar o la situación en la que se encontraba, siempre la vida iba a recordarle su miseria.
No tenía caso armar un show para explicarle a la mujer el porque se dirigía ahí, él solo apretó sus puños y con cabeza gacha se dirigió al otro lado del comedor.
