Sofía Sánchez había cumplido sus 23 años hacía nueve meses. Desde ese día, su vida había cambiado para siempre.
En el medio de la fiesta había comenzado a sentir náuseas y mareos. No sabía a ciencia cierta qué era lo que estaba ocurriendo, pero lo suponía.
Se disculpó con su familia, excusándose de que tenía un examen importante al día siguiente. Su madre la observó extrañada. Sospechaba que algo andaba mal.
-Sofi, ¿ocurre algo?
-Mami, tengo que contarte algo. Hace un par de semanas, con Gustavo...
-Sí, sospechaba algo. ¿Y qué pasó?
Nora Williams tenía 54 años, lo suficiente como para saber la respuesta de su hija. Había cuidado de ella como no lo había hecho con nadie. La había educado bajo la libertad y la independencia. Quería que su hija fuese una mujer fuerte, que se valiera por sí misma. No le había gustado para nada que tuviera que salir a trabajar para costear sus propios estudios. Pero agradecía que Sofía no fuera una joven rebelde. Era lo suficientemente inteligente para darse cuenta de que la economía del país estaba decayendo cual montaña rusa bajando de la cima a toda velocidad.
Nora era costurera. Había trabajado en numerosas empresas, hasta que decidió empezar con su propio emprendimiento. Siempre había tenido ganas de abrir su propia retacería en la ciudad, pero la situación no le permitía aun cumplir su objetivo. Carlos Sánchez, su esposo siempre la había apoyado, se conocieron antes de que toda la oscuridad disfrazada de crisis económica-social invadiera la Argentina.
Se conocían desde chicos, y siempre se habían gustado. Pero Carlos había tenido que irse a trabajar un tiempo al sur. Su padre, viudo, no podía mantenerlo más. Al regresar de su larga estadía en Tierra del Fuego, después de trabajar como cocinero en uno de los hoteles más importantes de allí, se encontró con Nora, que ya era una jovencita radiante. Ahí mismo, después de charlar toda la tarde, le pidió que sea su esposa, y que por favor, lo dejara acompañarla durante toda su vida. La amaba como nunca había amado a nadie. El sentimiento era mutuo.
Nora aceptó, un poco sorprendida pero por otro lado aliviada. Su amor por Carlos era inmenso que había sido un gran impedimento para enamorarse de otro hombre. Pretendientes no le sobraban, y eso convertía que sus tardes sean una tortura. Los jóvenes desfilaban con regalos, con propuestas, a las que Nora no contestaba o se negaba. Sabía que en algún momento Carlos aparecería y serían felices juntos.
Se casaron en febrero. Y Nora ya estaba embarazada de quien sería su única hija. En noviembre nació Sofía Sánchez.
-Estoy embarazada mamá.
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Cerca de la Luna
RomanceAmelia D'amico es una joven aficionada al cine que intenta sanar la herida que ocasionó la ausencia de sus padres. Por las causalidades de la vida conocerá a Pedro Martinelli, quien esconde un oscuro secreto que involucra a la familia de la joven. ¿...