Nadie puede saber esto.

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—¿Qué quieres saber?—Cuestiono tocando mi cabello.

—Todo—Exclama—¿De dónde eres?—Duro unos segundos en silencio.


—Nací en... Mystic Falls—Miento al recordar el lugar de una de mis series favoritas.


—No es cierto—Ataca—Nunca había escuchado de él.


—Es por qué es un pequeño pueblo situado en Virginia—Intento sonar segura pero su mirada me intimidaba un poco.


—Dime todo—Se sienta a un lado de mi.


—Nací en Mystic Falls—Comienzo a inventar una vida—Tengo 3 hermanos, Amelia es la mayor después yo y sigue Luna y el más pequeño es Alexander—Esa era la única verdad—Tengo 19 años, estaba estudiando para ser astrónoma—El me mira con interés y una parte de mi se siente mal por mentirle—Deje mi casa por qué mi madre engaño a mi padre y de ahí todo se volvió agotador deje a mis hermanos y me arrepiento de eso—Siento como una pequeña lágrima cae por mi mejilla, sin intención le contaba Roy lo que pasaba en mi vida—Pero no podía estar ahí, todo se volvió luchas constantes, un día todo estaba bien y al siguiente nos odiamos, no quería vivir así—Roy pone su mano en mi hombro en señal de apoyo—Me fui, deje todo y a todos y conocí a un chico en un lugar, no recuerdo pero comenzamos a viajar en su auto y un día discutimos y me dejó aquí, solo estaríamos unas semanas pero discutimos y solo lanzo mis cosas por la venta del coche y me dejó—Finjo tristeza—Y así fue como te conocí—Debería de ser escritora, es lo que me digo después de haber inventado aquello con un poco de verdad—¿Feliz?—Limpio mi rostro.


—Camille—La voz de Roy es suave y llena de pena—Lo siento.


—Tengo que ir a trabajar—Respondo en un murmuro.

(...)

De verdad me había afectado recordar mi relación con mi familia y no me encontraba de mucho ánimo pero la compañía de Tommy animaba a cualquier ya sea por sus torpes chistes o por su coqueto fallido.

Muevo unos vasos y paso un trapo por la barra primero limpiará un poco y más tarde comenzaría como mesera.


—¿Estás bien?—Pregunta Tommy al otro lado de la barra.


—Lo estoy—Suspiro sin dejar de limpiar—Solo que he estado pensado en como volver a casa—Digo en un suspiro.


—¿No tienes auto?—Al parecer Tommy no entendió que realmente quería volver a mi vida, a mi aburrida vida y dejar este sueño.


—No—Niego—Ni siquiera tengo casa propia—Sonrió.


—Eso es triste—Tommy se burla—Se que puede animarte—Me mira con felicidad—Te invito a comer el sábado—Ofrece.


—No puedo tengo trabajo—Finjo estar desanimada—Mi jefe es muy estricto—Jugeteo y el ríe.


—Tal vez tu jefe lo entienda—Su mano juega con mis dedos—El entenderá que una oportunidad de salir Tommy Merlyn no se da todos los días.


—Tienes novia ¿No?—Me alejo de el—Laurel.


—No—Niega—¿Cómo sabes?—Parece confuso.


—Rumores Tommy—Digo obvia—Rumores.


—Puedo darte un lugar especial—Se vuelve acercar a mi pero lo rechazó.


—No estoy interesada Merlyn—Muevo su cabeza lejos de mi.


—Tu te lo pierdes—Dice ofendido—Ire arriba arreglar unas cosas.


—El sábado—Acepto y el me mira intrigado—El sábado quiero salir a conocer la cuidad contigo Merlyn—Sonrie y asiente.


Lo miro subir las escaleras y entrar a la oficina, suspiro divertida y me dirigió a la bodega a dejar los trapos y traer vasos, copas y servilletas. No tardó mucho y vuelvo a la barra, cuando lo hago un hombre alto se encuentra al otro lado buscando entre las bebidas.

—Señor—Llamo su atención—No puede hacer eso—El se gira y me golpeó—De echo si puede ya que es su bar.


Dejó las cajas en la barra y me pasó a su lado para seguir trabajando, intento relajarme pero tenerlo cerca era glorioso.


—Solo quiero algo de beber—Bufa no muy feliz.


—Tome asiento señor Queen—Hablo formal, el me hace caso y se pone al otro lado de la barra—Estoy aprendiendo a preparar las bebidas al parecer no solo es alcohol—Hablo al recordar el acidente.


—¿Cuál era tu nombre?—Casi me ofende su pregunta.


—Camille—Respondo sin importancia—Aunque puedes llamarme futura señora Queen o tu futura esposa—Bromeo pero el se mantiene serio—Es broma—Intento calmar el incómodo silencio—O no.


El se mantiene en silencio y con una expresión nula, termino de preparar la bebida como me enseñó el chico y se la entrego.


—Debe ser difícil—Suelto sin pensar—El echo de tener que salvar a todo al mundo bueno a la cuidad—Poco a poco me doy cuenta de mis palabras y sus consecuencias.


El se pone de pie y camina a mi amenazante, retrocedo a cada paso que el da mi pero la pared me impide avanzar.


—¿Qué?—Pregunta con curiosidad.

—Nada—Chillo en un susurro.

El se acerca más a mi y eso me pone más nerviosa.

—¿Qué sabes?—Vuelve a preguntar.

—Solo se que eres el vigilante—Me golpeó en la frente al confesar aquello pero sus ojos me hipnotizaban de una manera descomunal.

—¿Quién te envío?—Dice con enojo.


—Nadie—Chillo.


—Nadie puede saber esto—Parece que está a punto de estallar—Tender que matarte.

GOLD EYES ~Oliver Queen~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora