Saqué piedra, tú papel.
Salió un cinco, te pediste nones.
Resultó ser cara, dijiste cruz.Has ganado.
Has ganado esta y todas las partidas que hemos jugado desde que estás aquí conmigo, en la calidez de esta habitación y contemplando el crepitar de la ardiente hoguera, que consume con fiereza la madera para ofrecer un refugio contra el frío.
Desde que llegaste supe que no iba a ganar.
Entraste de un portazo grabando a piedra y cincel tus propias normas, destruyendo el régimen y orden que reinaba en este pequeño mundo.
Mi mundo.
Entraste en mi mundo no dándole un solo vuelco, porque no hay número que describa las vueltas que ha dado mi cabeza desde entonces.
Ímpetu como ley de vida.
Impasible cuanto menos.
Tan atractivo a la vista... pero no tanto a las emociones.
Como si se tratase de una tarta de queso, en la consumición hay disfrute, pero también dolor de estómago, una sensación placentera pero amarga y dolorosa.
¿No crees que llevamos bastante tiempo haciendo sólo lo que tu propones?
Tomas decisiones por los dos, y a pesar de que en un primer momento mi confianza tenía de todos los sentidos menos vista, tus decisiones hicieron que abra los ojos. Abrió los ojos para ver el contundente contraste entre aquel mundo ordenado y esta nueva entropía que creaste a tu antojo.
Ya casi no quiero ni verte.
Pareciera que quisiera echarte, cuando una parte ínfima de mí se rehúsa a abandonar algo tan admirable. Quizás sean todas tus virtudes, que a mí me faltan, las que hagan que me resulte imposible abandonarte.
Quédate.
No quiero que te vayas.
Por tí perdería mil veces más.
Por tí elijo cara aún sabiendo que saldrá cruz.
Por tí amaño los dados para que solo juegues con seises.
No te vayas.
A pesar de añorar el orden, el mundo estaba vacío sin tí.
No hay nada que haya llenado tanto mi hogar como tú.
Dulce adicción.
Terrible pasatiempo que terminó como devoción.
Enfermedad tentativa de la que se desconoce la cura.Qué contrariedad. Siempre me decido por echarte de una puta vez de mi cabeza, pero no soy yo el que quiere que te vayas.
Ni siquiera sigues aquí.
Sólo es un recuerdo.
Y lo mío, un triste recelo.
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Eat a candy when you are going to sleep
NonfiksiPensamientos y sentimientos. Emociones varías plasmadas en texto, justo cuando los sentimientos alcanzan su punto álgido. Una combinación peligrosa pero dulce y atractiva, que atrae con su tentativo aroma. ¿Hay algo más apetecible que saborear la du...