O9 ‎✷ moscow mule

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Pasaron dos semanas y todo el alboroto que había sucedido con Taeyong y Jaehyun fue olvidado en una semana. Creía que si volvía a parecer los demás lo observaron pero literalmente a nadie le importaba lo qué pasó solamente al azabache que caminaba nervioso por los pasillos de la universidad.

—Doie, deja de preocuparte por mi, ¿si? —le dijo Jaehyun mientras iban de camino al edificio de la facultad.

—No es sencillo Jae. Pienso que en cualquier momento, si quito mi mirada de ti... él pueda hacerte algo otra vez. Sería mi culpa.

—Tómalo con calma. No dejes que eso te estrese y distraiga de tu proyecto final. —respondió el castaño mostrándole una sonrisa con hoyuelos.

Doyoung soltó un respiro y le devolvió la sonrisa. Tenía razón estaba dejando que sus pensamientos lo hundieran y no solo el tema de Lee lo mantenía nervioso.

A pesar de que hace dos semanas Doyoung se había prácticamente confesado a Jung de una manera directa, este aún seguía actuando como si eso no hubiera sucedido. Cosa que lo hacía sentir resentido y confundido.

Claramente no esperaba un respuesta concreta en ese momento pero aún así dudaba mucho. ¿Tal vez Jaehyun solo lo veía como un polvo nada más?

Debía de tener más paciencia y no tomarse las cosas con prisa. Tal vez aún necesitaban conocerse más en sentido de sentimientos, espacio y dejar a un lado lo lujurioso. Si de verdad se gustaban mutuamente...

—Doie, Nos vemos después. —dijo Jaehyun adentrándose al edificio, iba a preguntarle algo al arquitecto de cabecera sobre su proyecto. En mi caso estaría llorando si llegase a decir mis dudas por algo.

—Byee. ¡Suerte Jaehyunie! —se despidió para luego alejarse caminando sin rumbo por la universidad.

No le tocaba ir a clase o tampoco tenía una revisión con el ingeniero. Estaba a solo 2 semanas de acabar el semestre y se sentía raro. Hasta irreal al ver como el tiempo pasó, sentía nostalgia cuando vio las bancas donde Taeyong y él solían sentarse a compartir su tiempo libre.

Taeyong...

Éramos como los eclipses, finalmente. Llega un día en el que uno rompe el silencio y va en busca del otro, hasta que finalmente se encuentran. Pero después de todo, están destinados a estar siempre alejados. Porque sólo uno pone de su parte para que esto funcione. Ahí es cuando vemos el porque hay un eclipse lunar y un eclipse solar. Sabemos que jamás funcionaríamos juntos.

Tal vez no estaba en la mejores condiciones para tener una pareja en este momento. Tenía que sanar su duelo, lo que estuvo aguantando todo ese tiempo que estuvo con su ex pareja.

Una cicatriz que con el tiempo sanará, disfrutar este momento de soledad para encontrarse a si mismo. Apreciar las pequeñeces que le suceden alrededor del día. Buscarle un sentido a la vida y salir de estar estancado.

La magia de crecer la hace uno mismo al darse cuenta que sus errores son lecciones.
Porque en toda oportunidad tenemos dos opciones: avanzar adelante para crecer o retroceder de vuelta a lo seguro.

A veces amarse a uno mismo no es tan fácil, el camino a veces no es tan hermoso y positivo porque tienes que ver todo el dolor que has construido por creerte todo lo que te han impuesto. A veces no es fácil adquirir ese hábito, pero sí que vale la pena.

—¿Vamos por un café Doie? —preguntó Jaehyun tomando asiento en la banca en la que estaba. Prácticamente asustándolo, recordó que le envío una mensaje diciendo donde estaba.

—Si, claro. Me parece bien.

No autosabotees tu crecimiento personal. Y todo eso lo hace valer la pena. Porque toda la energía que usabas para obtener migajas del exterior, la utilizarás para priorizar la persona más importante de tu vida, tú.

You Right; jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora