EXTRA: ALESSANDRA, DANTE Y UN SECRETO

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La vida me ha dado un par de oportunidades y no sé si las he aprovechado como debí. Creí que era lo mejor, pero el ver las consecuencias de mis actos afectar drásticamente la vida de los demás, me molesta. Mi hija ha perdido a una de sus mejores amigas por mi culpa, sufrió sola mientras yo estaba en medio de lujos pensando que había hecho lo correcto.

¡No soy tu hija!

Sus palabras se repiten una y otra vez mientras trato de buscar una manera de acercarme, pero ¿Qué podría hacer? La dejé apenas nació y entiendo que no tenga ningún sentimiento por mí, al menos uno positivo. Tengo que ser completamente sincera conmigo y he de aceptar que más allá del peligro que corría si estaba conmigo, hay un par de razones más.

-¿Alessandra? -hablan a mi lado y me giro encontrándome con Lulu que me observa con los ojos muy abiertos.

Sonrío y extiendo mi mano en su dirección, la noto dudar, pero termina abrazándome con fuerza. Da un paso atrás y suspiro cuando veo lo cambiada que está, la poca inocencia con la que la recordaba se ha esfumado en su totalidad.

-Entonces sí eras tú -dice y asiento-¿Cuándo volviste?

-Yo nunca me he ido, Lulu. Solo me gustaba las sombras.

-Santiago me habló de ti, me trajo porque necesitabas decirme algo -Mis manos tiemblan y le pido sentarse.

-Así es, tengo que decirte algo.

-Yo también.

-¿Qué cosa? Dime tú primero -pido y ella asiente con la mirada baja.

-Quería disculparme contigo por meter en esto a Kaile, no sabía que era tu hija y ahora sé que la querías lejos de todo esto... -calla cuando me rio y niego.

-No te preocupes, de hecho, quería agradecerte por ayudarla. Me enteré lo que pasó en la calle y aunque lo que menos quería es que ella terminara en algo relacionada con la mafia, era muy vanidoso de mi parte creer que seria posible.

-Siendo sincera, siempre me recordó un poco a ti, pero me enteré que te entregaste y en mi mente era imposible que tuvieras una hija y que además terminara en este lado del mundo -dice haciéndome reír.

-De todas las personas con la que se pudo haber encontrado, agradezco al destino que terminara contigo.

-No creo haber hecho algo realmente bueno por ella y...

-La mantuviste con vida y eso es suficiente para que te ganes mi total respeto -digo y ella sonríe-Además, no es solo por eso que te pedí venir, hay alguien mucho más importante que quiere verte.

-¿Sí?

-Así es -digo levantándome antes de pedirle a una de las empleadas que deje pasar al hombre que ya está anciano a comparación de la ultima vez que se vieron.

Ella se gira en dirección a Ludovico el cual la mira con una admiración que me abruma, me hago a un lado para que pueda acercarse y por primera vez en mucho tiempo, puedo ver a ese viejo sonreír genuinamente. Rio cuando se acercan con miedo y aunque temo que lo rechace, ella solo lo abraza y ese es la señal para salir del lugar.

Me muevo por la habitación donde termino de arreglarme con un vestido negro. Voy hasta mi escritorio donde busco los papeles que me entregaron hace algunos años, realmente no quería hacerlo, pero tenia que saber la verdad para así poder tener un poco más de consuelo.

Los leo nuevamente y aunque los he visto cientos de veces, aun no puedo evitar llorar con lo que me confirman y no sé el motivo real de las lágrimas; felicidad, tristeza o enojo. Tal vez sea una mezcla de las tres. Aunque me movía en un ambiente dominado por hombres no pude relacionarme sentimentalmente con ninguno, por alguna razón pensaba que eso les daría oportunidad de joderme y no me lo podía permitir. Por eso creo que jamás he sentido algo genuino por alguien, pero ese hombre de cabello negro sin duda me hizo dudar y aunque no pude estar con él, le voy agradecer toda mi vida por darme lo más preciado que tengo.

SICARIA [Codicia #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora