lo único que me quedaba.

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Invierno, un sábado por la mañana.

Debo de levantarme temprano, le prometí a mi hermanita llevarla al Museo de Ciencia Natural como regalo de cumpleaños, ya que hay una exposición de insectos.

A veces pienso que es muy extraño ver a una niña que les gusten cosas así, ya que la mayoría les tiene miedo, pero ella siempre se sintió atraída hacia ese mundo.

Tomamos el primer autobús el cual salio hacía el centro de la ciudad, fuimos los primeros en llegar y gracias a eso nos pudimos tomar el tiempo para ver cada insecto, pero a ella lo que más le llamó a atención fueron el escorpión emperador y el escarabajo rinoceronte.

-Hermano, ¿Cuál crees que es más fuerte?- me preguntó mi hermanita.

-El más fuerte es el escarabajo, pero en una guerra ganaría el escorpión, este le lleva mucha ventaja ya que esta hecho específicamente para atacar - le respondí.

-El escarabajo también lleva una ventaja y es que es fuerte, si tiene un objetivo puede acabar con su adversario con facilidad.

Solo la miré y me reí, dudo que un insecto tenga un objetivo o que al menos piense en algo, porque lo único que se les pasa por la mente es en comer y vivir.

Cuando la exposición se acabó tomamos el autobús a casa, en el fondo pude ver a un hombre muy extraño que me daba muy mala espina, pero lo ignoré y supuse que era algún turista o un vagabundo, mi hermana se había quedado dormida, mientras que yo me sentía incómodo porque el hombre del fondo llevaba rato observándome, este hombre se levanta y fija su mirada hacia la ventana y cuando alcanzo a darme cuenta un camión había embestido contra el autobús, en los pocos segundo que tuve para reaccionar solo pensé en mi hermana, Pamela.

Mientras estaba en el hospital tuve unas alucinaciones con el hombre del autobús, que este hombre era el doctor y me decía que estaré bien mientras me inyectaba, varias veces, un líquido verde moco.

Desperté una mañana de primavera, los doctores decían que tengo mucha suerte de estar vivo ya que fui el único sobreviviente de aquel accidente, e inmediatamente me dijo aquello me llegó a la mente mi hermana, trate de levantarme rápidamente, pero cuando veo a mi tío me detengo, es aquel que dio la cara ante mi hermanita solo para reconocer su cadáver, de no ser por los doctores me habría lanzado sobre él pero a penas me vio, se levantó y se fue.

No pude aguantar la ira y el dolor que sentía por la perdida de mi hermanita, me arrodille al piso y empece a llorar gritando de por que no a mi, ella aun tenia mucho por que vivir, los doctores tuvieron que ponerme un tranquilizante para que pudiera calmarme.

No me quedo de otra que volver a acostarme en la cama, y en ese mismo instante entró por aquella puerta el hombre del autobús el cual se sentó a mi lado.

-Tranquilízate, todo estará bien. - me dijo.

-¿Y quién eres tu?- le pregunté.

-Trabajo en el museo, había subido al autobús porque necesitaba hablar a solas contigo, pero al ocurrir ese accidente debí de hacer algo muy arriesgado para poder salvarte la vida - sacó de su bolsillo una muestra de aquel liquido verde de aquella ilusión. - esto te ha salvado la vida.

-¿Qué es eso?- pregunté enseguida.

-¿Esto? Esto es una maravilla de la ciencia, son microorganismos hechos para reparar rápidamente los tejidos dañados, en pocas palabras, células madres que regeneran tejidos a velocidades increíbles.

Yo solo me quede sorprendido al ver que este hombre estaba jugando conmigo, me utilizaba como conejillos de indias sin mi autorización, después me fui dando cuenta de que ese no era un hospital, era un centro de investigaciones, pero aún tenia muchas preguntas ¿Qué hacía mi tío ahí? ¿Por qué yo y no otra persona? Solo quería saber si todo esto era solo un sueño y que iba a despertar en mi departamento, era lo que más deseaba en este instante. Los doctores me dijeron que me relaje y que de sentir algún síntoma que los llamará de urgencia.

A penas se fueron me dedique a buscar alguna salida, me escondí en un cuarto oscuro el cual resulto ser el laboratorio de investigaciones donde habían dos tanques, uno lleno con ese líquido verde y decía "Sustancia X", y el otro tenía un líquido parecido pero este era rojizo y decía "Sustancia Y", por mi curiosidad seguí husmeando en el cuarto y en una enorme cápsula, parecida a aquellas de ciencia ficción, encontré lo que muchos jamás se imaginarían encontrar, un clon exacto pero tenia la etiqueta de "Prueba Y". No me creía lo que veía , solo quería escapar.

EL ESCARABAJO Y EL ESCORPIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora