🐱 24. Campanas de boda

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[Dos meses después]

[19 de Junio]

– Primero Pah-chin...dentro de poco Takemicchi...y en unos meses Chifuyu y tú –sonrió Mitsuya, tomando las medidas de la joven.– Como se nota que han pasado doce años.

– ¿Verdad? –rió Tn.– Está siendo un buen año para todos.

– Eso parece –suspiró, alejándose de ella.– Bien, terminamos. Haré unos diseños y me dices cuál te gusta más, así puedo comenzar a hacerlo.

– Gracias, Mitsuya-kun. Eres el mejor –sonrió. Él rió, con un pequeño sonrojo.

– No es nada. Ansío ya verlos casarse.

– ¡También yo! –rió.– Por cierto...Hoy desentierran la cápsula, ¿Verdad?

– Seh. Hakkai debería llegar en unas horas a Japón, así que nos reuniremos en la tarde como prometimos.

– Será divertido.

– Seguro.

– Bueno, gracias por todo, Mitsuya-kun. Volveré a la tienda, hoy nos tocará trabajar a Kazutora y yo solos ya que Chifuyu irá con ustedes –rió.– Pero bueno. Diviértanse, te veo en unos días.

– Sí. Cuando tenga algunos diseños te los envío por mensaje, así me dices cuál te gusta más.

– ¡Estaré esperando! –tomó su bolso.– Nos vemos, Mitsuya-kun.

– Nos vemos –sonrió.

Tn salió de aquel lugar, para ir caminando hacia la tienda de mascotas.

[Noche]

Los chicos se reunieron en el santuario por la tarde y esperaron, pero la noche cayó y Mikey no llegó.

– Supongo que no vendrá –sonrió Draken.– Vamos a abrirla ya.

– Esto es difícil de aceptar. No hemos sabido nada de él en 10 años, y que se olvide de este día...

– ¡Vamos, ábranla! ¡Quiero saber qué hay dentro!

– Entonces... ¿Qué pusiste? ¿Te acuerdas, Taka-chan?

– Para nada.

El grupo desenterró aquella cápsula del tiempo y sacó sus respectivas cosas y cartas.

– ¡¡Woah!! –exclamó Chifuyu, sonriendo ampliamente.– ¡Qué nostalgia!

– ¿Eh? ¿Un libro sobre aviación? –preguntó Takemichi, mirando aquel objeto.

– ¡Sí! Solía soñar con ser piloto en ese entonces.

– ¡He! –rió.– ¡Es como el sueño de un niño!

– ¡¿Ehh?! –lo miró molesto.– ¡¿Por qué no nos muestras tu "increíble" sueño, ah?!

– ¡Te sorprenderás, ya verás! Aunque ya olvidé qué era.

Hakkai sacó su objeto y carta, congelándose; quería ser astronauta, y había guardado una piedra lunar. Chifuyu se acercó para ver y leer aquella carta.

– ¿Es en serio? Eso es aun más infantil.

– ¿Espacio...?

– ¿De verdad no lo recordabas? Sí que tuviste pelotas para haber escrito eso.

– ¡¿Y tú, Taka?! –gritó, mirándolo.– ¡Vamos, muéstranos tu pasado oscuro!

– Es esto –enseñó un conejo de peluche.

Ukiyo 🐱 Chifuyu MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora