"SABOR A TI" - FERENE.

Regreso Sorpresa.

Estaba confundido, no se acordaba de absolutamente nada, la cabeza le estallaba y estaba seguro que había recibido una gran golpiza o un grave accidente porque algunas partes de su cuerpo le dolían terriblemente, Sin embargo, eso poco le importaba, lo que quería saber era ... ¿Qué hacia el ahí? ¿Quién era esa mujer? Pero sobre todo, ¿Quién era el?
Y es que si, Fernando Alcocer lamentablemente había perdido la memoria.

X: Tranquilo, respira. Estas en buenas manos Antonio.

Fer: ¿ Antonio ?

X: ¿Como? ¿Perdiste la memoria?

Fer: ¿Quién eres?

X: No te asustes Antonio, soy yo Tamara, tu prometida ...

Después de la siesta y de haber comido un poco de lo que le preparo Pilar, se sintió mejor, así que decidió darse un baño para luego quitarse por fin la pijama y ponerse una ropa cómoda, no saldría pero iría a ver su huerto que tan abandonado estaba.
Adriano la diviso a lo lejos, tenia miedo de acercarse y que esta le recrimine algo, pero alejarse no ayudaría en nada, así que tomo la decisión de acercarse para luego colocar una mano en su hombro, se sentía extraño, aun con su madre.

Adri: Hola ma ...

Ire: Que haces aquí ?

Adri: Solo quería verte y saber que estas bien.

Ire: Pues no, no estoy bien.

Adri: Y yo lo siento ...

Ire: Así ? Como ? Como lo sientes Adriano ? Cuando el mismo día que me entere que Fernando había muerto tu me decías que lo mandaste a golpear. Como quieres que me sienta de tener un hijo asesino ? Porque si bien no lo mataste tu ! Mandaste a que lo mataran !

Adri: No mamá las cosas no son así.

Ire: Claro que las cosas son así, tu mismo me lo dijiste !

Adri: Si, te lo dije. Pero fue una mentira, mi enojo hacia Fernando me hacia decir estupideces, yo no mande a que lo mataran !

Ire: No te creo ...

Adri: Tienes que hacerlo mamá ! Te juro que no fui yo.

Ire: Pero tu me aseguraste, hasta me dijiste que no lo mandaste a golpear si no a matar.

Adri: Si, si dije eso, pero es porque estaba muy enojado y no pensaba en nada mas que hacerle justicia a mi padre, pero no fui yo, fue otra persona.

Ire: Y por que te echaste la culpa ?

Adri: No se, quería sentirme bien conmigo mismo, pero para nada fue así, cuando me entere de su muerte me dolió y mucho, aunque no lo creas.

Ire: Y entonces quien fue ?

Ahí estaba la interrogativa, nadie sabia quien había mandado a golpear hasta dejarlo muerto a Fernando, la policía seguía en investigación, aunque cada día se daban ya por vencidos, ningún preso quería hablar y no sabían si era por miedo o por que simplemente no les daba la gana.

Adri: Quisiera saber la respuesta, pero ni yo mismo se.

Ire: Y como sabias que Fernando estaba mal ?

Adri: Me llego una nota.

Ire: Una nota ?

Adri: Si, donde decía que habían hecho justicia por mi padre y por mi, que les debía una, no entendía muy bien el mensaje, luego Rodrigo me hablo para decirme que Fernando estaba muy mal, sentí que era justicia, el karma, no se pero después entre en razón y me di cuenta que lo que te dije era estúpido.

Ire: Ay mi niño !

Se acerco por fin a abrazarlo, es verdad que le dolió que su hijo fuera el culpable de la muerte de el amor de su vida, así que al saber la verdad sintió un pequeño alivio, de esos que necesitaba desde que el se fue, pero ahora una interrogativa llego a ella. ¿Quién había mandado a matar a Fernando?

Adri: Te extrañe mucho mamá, no me vuelvas a dejar.

Ire: Ya no mi amor, discúlpame.

Adri: De verdad lo amabas ?

Ire: Lo amo.

Adri: Y mi papá?

Ire: Creo que el amor se fue apagando con el tiempo, su forma de ser conmigo, sus acciones. Pero Adriano, yo no quiero hablarte mal de tu padre, al contrario, quiero que lo recuerdes como un hombre de bien y que lo lleves en tu corazón siempre, porque hay algo que siempre le agradeceré y es tu existencia.

Adri: Ay mamá, te juro que no mejor madre que tu y la mas bonita !

Ire: Te quiero ...

Adri: Yo mas !

Ire: ¿ Me ayudas con estas plantas ?

Adri: Si, obvio.

Habían pasado cerca ya de cuatro meses, estar cerca de Adriano la había ayudado bastante a que el dolor por la falta de Fernando sea menor, aunque claro, en las noches de soledad, las lagrimas no dejaban de acompañarla y los recuerdos que llevaba con ella.

Adri: ¿ Mamá ?

Ire: Dime mi amor !

Adri: Tengo que hacer unas tareas que me dejaron, pero me acorde que hace una semana me pidieron que llevara unos materiales para la clase de química y es para mañana, ¿ Crees que podrías ir al mercado a comprarlos? porfa ma !

Ire: Te salvas porque hoy pensaba ir a comprar unas cosas que me hacen falta para las gotas, pero deja de olvidarte de tus responsabilidades niño !

Adri: Voy rápido por la lista !

Ire: Te espero abajo.

Ese domingo se sentía mejor que los últimos días e ir al mercado le pareció una buena idea para despejarse, además que tenia tantas gotas que preparar. Se dio un baño y se arreglo, colocándose un vestido celeste y se hizo unas trenzas que hace mucho no llevaba con ella.

Ahí estaba el, Tamara la novia que aun no recordaba y le daba un poco de pesar aquello, le había dicho que no saliera, que no era adecuado en su estado. Pero la verdad, estaba harta de estar metido en casa, había hecho de todo, cocinado, leído, ejercicio y ver un poco de televisión, pero todo era monótono, así que por fin se decidió a salir, serian unos minutos, para que Tamara no se de cuenta, lo que nunca pensó fue perderse por algunas calles hasta llegar al mercado que de alguna manera le recordó algo pero no sabia que.
Se estaba acercando a preguntarle a una señora si le podía prestar un móvil, ya que no tenia alguno, por alguna razón que desconocía, Tamara se había negado a darle uno y el no podía hacer nada.

Fer: Hola, disculpe, cree que me podría prestar su móvil, será solo un momento.

Escuchar aquella voz, la deja estática, o su mente le estaba jugando una mala pasada o no sabia que diablos, pero esa voz no podría ser de nadie mas que ...
Se volteo en cámara lenta, chocando justo con el, vio aquella mirada, esos ojos marrones que amaba y amaría hasta el final de su vida, hizo un escaneo rápido de el, mirándolo de arriba hacia abajo, su corazón empezó a saltar a gran velocidad y sus ojos se llenaron de lagrimas.

Fer: ¿Disculpe? ¿Esta bien? Yo solo quería ...

Ire: Fer ... Fernando ...

Y no pudo decir mas, todo se volvió negro y las piernas empezaron a fallarle, cayendo posiblemente al suelo, si no fuera porque Fernando rápidamente la agarro de la cintura para luego colocar su cabeza en su pecho.
Se sentía extraño, esa mujer se le hacia tan conocida, pero aunque trataba no recordaba nada, su preocupación creció, cuando esta no respondía, ni siquiera cuando una amable señora le dio un algodón con alcohol.

X: Bésala !

Fer: Que ?

X: Si, bésela a lo mejor así despierta.

Fer: No, es que yo ...

X: Ándale, no sea cobarde.

Regreso a verla, con su mano coloco un mechón rebelde detrás de su oreja y le pareció tonto lo que estaba pensando, pero tal vez y si funcionaba, se acerco lentamente para darle un beso, ya estaba apunto de hacerlo si no fuera porque escucho como lo llamaban.