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Wooyoung suspiró y comprobó la hora en la pantalla de su teléfono por séptima vez. Las 10:43 pm. Habían pasado exactamente 43 minutos desde que su compañero tendría que haberse presentado en el lugar.

—Otra, por favor —pidió Wooyoung a la camarera que recogía su tercera cerveza, quien asintió antes de llevarse la botella vacía.

Unos diez minutos después, Wooyoung creyó estar mal de la vista en cuanto vio a su amigo aparecer por la puerta, así que frotó sus ojos una y otra vez, pero Yunho seguía allí. El rubio se enorgulleció de sí mismo por haber sido tan paciente y por no estar vertiendo la cerveza que acababa de pedir sobre la convenientemente blanca camisa de su amigo.

—Hola, Wooyoung —sonrió Yunho, como si nada.

Wooyoung alzó una ceja a punto de soltar una retahíla de quejas, pero se contuvo cuando una voz desconocida habló detrás de Yunho.

—Hola —murmuró una voz suave.

Wooyoung frunció el ceño mientras Yunho y una chica con la mirada baja tomaban asiento a su lado.

—Sentimos haber tardado tanto, San se toma una eternidad en alistarse —rió Yunho.

—¡Prometiste que dirías que nos había parado la policía! —se delató la rubia.

Wooyoung desvió su mirada a la desconocida y momentáneamente olvidó que su amigo lo había tenido esperando durante casi una hora.

Me la quiero follar

Pensó con descaro. Yunho había traído a una joven preciosa consigo. Ni dos segundos habían pasado y Wooyoung ya estaba deseando que no fuese su prima o algo por el estilo.

Wooyoung observó sus facciones con detenimiento, San tenía las mejillas rojas y trataba de cubrir su rostro con una de sus manos.

—Wooyoung —se presentó sin más, esperando a que San le dijese algo.

—Ah, San... perdón por llegar tarde —San se inclinó ligeramente en forma de disculpa.

Wooyoung sonrió y se echó atrás en la silla. Ni siquiera sabía quién era ni por qué estaba allí, pero no podía apartar su mirada de la joven.

—Sin problema —Wooyoung siguió mirándola fijamente hasta que unos murmullos lo sacaron de su trance.

—Hooolaaaaaaaa, estoy aquíííí —Yunho saludó al aire mientras alzaba las cejas.

Wooyoung fulminó a su amigo con la mirada sin decir nada.

—¿Qué? Ya sabes que la culpa no ha sido mía —se encogió de hombros y San lo miró como si acabase de traicionar treinta años de amistad.

—Sí, no pasa nada —murmuró Wooyoung, manteniendo su mirada fija en su amigo.

Quería una explicación de por qué había traído a una chica, pero preguntarlo podía sonar algo grosero y no quería que ella se llevase una impresión equivocada de sus intenciones. Aunque pensándolo bien, sus verdaderas intenciones eran algo peores.

—Ah, y te presento a San, aunque ya lo sabes —Yunho alzó la mano y lo despeinó, ignorando sus quejidos—. Es mi hermano pequeño.

El mundo de Wooyoung se derrumbó frente a sus ojos y decidió que aquel sería el peor día de su vida. Si su peor pesadilla era que San fuese la prima de Yunho, que fuese su hermana le había destrozado la vid-

Un momento.

Wooyoung rebobinó mentalmente la conversación. No, no, no, algo no estaba bien.

—¿Perdón? —Wooyoung se puso la mano detrás de la oreja y pensó que quizá había escuchado mal.

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⏰ Última actualización: Apr 27 ⏰

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