Capítulo Tres

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Estuvimos hablando por las dos horas en las que Tony no estaba. Después él regresó, Peter se fue y yo regresé a mi habitación. La verdad que Peter se me había hecho una persona bastante extrovertida y divertida, cada que él mencionaba algo siempre agregaba un toque humorístico que hacía que la conversación tuviera un toque agradable para ambos.

¿Me había caído bien? Sí. La verdad que see hizo alguien agradable y creo que sobrepense un poco las cosas. Mi vida se basaba en eso, nunca confiaba en alguien y siempre pensaba mucho las cosas, se había vuelto parte de mi vida.

Ahora tenía que hacer una maleta en donde guardar las cosas más importantes. Comencé por guardar alguna ropa, ya que, Tony me había dicho que en Queens también íbamos a comprar ropa así que no había de qué preocuparse por eso. Seguí por guardar algunas fotografías que tenía con mi familia y una que otra con Pietro, también guardé mis anillos y un collar que me había regalado mi hermano en mis quince años. Me asegure de guardar las cosas que significaban mucho para mí.

Al tener todo listo, bajé la maleta y me senté en la cama para pensar las cosas, siempre hacia eso para tranquilizarme y para mentalizarme en lo que ahora era.

Es impresionante como el rencor puede llegar a cambiar tu forma de ver las cosas. Cuando paso la explosión que acabó con la vida de mis padres y al ver que en uno de los misiles decía Industrias Stark hizo que empezará a odiar todo. Ahora que sé la verdad me quedo admirada de las cosas que hice cuando no sabía nada y me deje de llevar por lo primero que había visto. Las personas que lastimé, las mentes que altere, el daño que le provoque a todos los vengadores y todo lo que había creado sin siquiera darme cuenta.

La gente tenía razón al odiarme, había sido demasiado cruel con los demás, había pensado en vengarme y no me puse a pensar en las consecuencias de mis actos y menos de las probabilidades de que algo más había pasado.

Vi la ventana de mi habitación con detenimiento y antes de que me arrepintiera, me dispuse a salir, quería ver por última vez toda la ciudad, de noche las cosas eran más lindas, todos los edificios tenían luces prendidas y se veía hermoso a estas horas.

Usé mis poderes para levitar cuando salí de la ventana, llevaba puestos unos leggins color negro y una sudadera del mismo color. Empecé a volar en dirección a uno de los edificios más altos que tuviera cerca. Al estar en el techo, deje de levitar y me acerque un poco al borde.

El aire hizo que mi cabello se hiciera para atrás, amaba la paz que los lugares altos en la noche ofrecían, a estas horas la mayoría de gente dormía y la otra gente trabajaba. Me gustaba estar aquí cada que me sentía mal o necesitaba pensar las cosas, me gustaba ya que nadie se daba cuenta de mi presencia y podía descansar de las miradas de odio que la gente me daba.

—¿También te gustan los lugares altos?—la voz a mis espaldas me hizo girarme y estar preparada para pelear, pero después pude ver a alguien con traje rojo y azul, en ese momento comprendí que se trataba de Spiderman y también era Peter.

—Es relajante—respondí mirando otra vez el frente—. Siento que puedo pensar con tranquilidad y que puedo sentirme bien estando aquí.

—Sí, los lugares altos en la noche suelen ser una muy buena compañía—dijo colocándose a la par mía—. ¿Lista para mañana?

—Creo que sí.

—Todo va a estar bien—lo miré y asentí levemente—¿Le temes a caer de un edificio?

—Ehm... No—dije confundida.

—¿Confías en mí?

—¿Que vas a hacer?

—¿Confías en mí?

—¿Sí?

—Bien.

Y antes de que yo pudiera decir algo más, él me empujó y empecé a caer de aquel edificio, lo único que escuché fue mi grito gracias a la sorpresa pues no me esperaba eso y como me tomo desprevenida no reaccione a tiempo. Lo siguiente que pude ver fue que él también se había lanzado, alzó una de sus manos y ahora tenía una telaraña en mi abdomen, él echo su brazo para atrás y aquel movimiento hizo que yo me elevará hasta estar pegada a su cuerpo.

—Divertido ¿cierto?—dijo en casi un grito para que yo pudiera escucharlo, le di un pequeño golpe pero después me reí, la verdad que ahora me había resultado divertido—. Agárrate—obedecí y pase mis brazos alrededor de su cuello y envolví mis piernas cerca de su torso.

Él comenzó a balancearse por algunos edificios, aquello se veía bien y la adrenalina era algo que comenzaba a gustarme.

—¿Todo bien?—escuché que preguntó.

—Sí, todo bien.

—Haremos algo aún más arriesgado.

—¿Acaso hay algo más arriesgado que tirarme de un edificio?

—Sí. ¿Confías en mí?

—Sí.

Y nuevamente, antes de que yo pudiera pensar en mí respuesta, él me lanzó hacia en frente, la adrenalina de caer en cuestión de segundos y no saber qué pasará con mi vida, es algo que me aterraba y que también me gustaba. Pude ver como él esquivaba una barra que estaba en su camino y entendí que por eso me había lanzado, ya que los dos juntos no hubiéramos podido pasar. Nuevamente tiro una de sus telarañas y logró atraparme, me apegó a su cuerpo y otra vez me aferré a él.

—¿De esto se va a tratar estar contigo siempre?—le pregunté divertida.

—Si lo quieres, sí.

—Lo quiero.

—Será divertido pasar tiempo contigo, Wanda.

***
La alarma hizo que casi me cayera de la cama, era muy temprano y no tenía ánimos de levantarme a estas horas, normalmente me despertaba a las once de la mañana y a veces a las dos de la tarde, soy una persona nocturna, pero no soy alguien mañanera. Odio las mañanas.

Me bañé y al salir estaba temblando del maldito frío que hacía, me puse un pantalón holgado y una sudadera ancha, amaba la ropa que tenía ese estilo.

—Que cara—escuché que dijo Tony, mientras yo me acercaba a agarrar una galleta y tener en el estómago un poco de alimento.

—Me desperté a las tres de la mañana, esa es la hora del diablo y es la hora de dormir—dije, al darme la vuelta me encontré con la sorpresa de que Peter ya estaba ahí también—. Hola Peter.

—Hola Wanda—dijo él con una sonrisa.

Ayer en la noche seguimos paseando por toda Nueva York, fue bastante entretenido-también tengo que decir que me lanzó como unas diez veces más o menos, pero resultó divertido-El siempre trataba de cuidarme y de que nada me pasará, a la vez que siempre me preguntaba si todo estaba bien y yo le respondía que sí.

—¿Y yo estoy pintado o qué?—preguntó Tony levantando una ceja.

—Puede que sí—digo con una sonrisa.

—Estos jóvenes ya no saben que es el respeto.

Tuve que aguantar las ganas de reírme y me dispuse a comer la galleta que anteriormente ya había agarrado.

—¿Te divertiste ayer?—me pregunta Peter en un susurro.

—Sí, gracias por eso—le digo en un susurro también.

—¿Que tanto cuchichean?—preguntó Tony.

—Nada.

—Aja, después me contarán. Ahora, quiero que levanten sus traseros y se dispongan a salir—comí más rápido la galleta de lo normal y agarré mi maleta para después salir de aquel lugar que había sido un hogar por algunos meses.

¿Estas lista pequeña saltamonte?—escuché una voz en mi cabeza.

No. No estaba lista, pero tenía que.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2021 ⏰

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