Eryx despertó por Eris que la llamaba dulcemente mientras acariciaba su cabello.
- Cariño... -
- ¿Mmm...? - logró emitir algo dormida.
- La policía está aquí - aclaró algo triste, ya que sentía que traicionó su confianza.
- Está bien...¿Me prestas ropa? - y se incorporó en la cama tranquila ya que sabía que no habría problemas.
- Si... - respondió extrañada mientras se iba a su habitación por ropa.
A los minutos Eris le dio una blusa negra y unos jeans azules con unas zapatillas, salió de la habitación para dejarla a solas. Eryx miró el pequeño despertador en la pequeña mesita de luz de Eiden, eran las siete de la mañana, bostezó al ver la hora, se vistió rápidamente y bajó hacía dónde estaban sus padres. Al hacerlo vio a una anciana.
- Aida... - y la abrazó entre lágrimas. - Soy tu abuela, Lila - y acarició sus mejillas.
- Claro, hola abuela - y la abrazó fuertemente.
- Deben acompañarnos a la estación - dijo un oficial.
- Ve, suerte, yo me quedaré con tu hermana - y le sonrió.
Eryx y sus padres se subieron al carro de policía para ir a la estación, llegaron rápidamente. Al hacerlo dos oficiales interrogaron a Eryx, ella les contó todo, hasta que llegó el momento que esperaba, decirles dónde la tenían, les dio la dirección de la casa de los Franklin, mientras los oficiales iban hacia allá un psicólogo y un psiquiatra la analizaban.
Estuvieron un buen rato hablando, cuando ella dijo que no era Aida, los doctores exigieron hablar con ella pero Aida se negaba a salir.
Luego de aquellos análisis psicológicos espero juntos con sus padres, ellos la mimaban y hablaban sobre otras cosas para evitar pensar sobre la situación por la cual estaban pasando.
- ¿Señores Walters? - preguntó una oficial.
- ¿Si? - y Eris se levantó de la silla.
- Vamos a llevar a Aida a un hospital para hacerle análisis, pueden acompañarla - afirmó.
- ¿Ese es su apellido? - y los miró.
- ¿Tu no eres Aida? - y Eric la miró.
- No... ella no quiere salir. - respondió.
- Entiendo... -
- Si, es nuestro apellido - dijo Eris.
- Síganme - dijo la oficial mientras los subía al auto de policía y los llevaba al hospital Santa Elena. Al llegar la oficial dijo. - Esperen aquí por favor - y se dirigió a la recepción del hospital.
Esperaron unos pocos minutos hasta que una doctora se acercó a ella.
- Hola, soy Linda Wornors - y estrechó la mano con los tres - Acompáñame Aida, por aquí - dijo amablemente mientras caminaba a un consultorio bastante espacioso. - Ten ponte esta bata y luego siéntate en la camilla por favor - dijo mientras se daba vuelta para que se cambiara.
- Listo - dijo al terminar.
- Muy bien - y sonrió para tomar una lapicera y un porta notas - Dime como te llamas y qué edad tienes, corazón -
- Me llamo Aida y tengo diez y nueve -
- Ok - y anotó mientras tomaba una pequeña linterna y revisaba sus ojos - Sigue la luz, por favor - dijo mientras movía la luz - Muy bien, no tienes daño cerebral - dijo mientras tomaba un estetoscopio y revisaba su corazón y sus pulmones - Bien, perfecto - y revisó sus brazos y sus manos - Mmm... pequeños moretones... - y anotó - A ver... - revisó sus piernas las cuales tenían marcas de viejas mordidas y rasguños - Muy bien... - y anotó nuevamente algo apenada - Vamos a ver... - y revisó sus reflejos los cuales estaban bien, luego tomó un otoscopio y revisó sus orejas las cuales estaban sanas - Perfecto... - y anotó - Muy bien amor... necesito que pongas tus pies ahí y abras tus piernas -
- ¿Qué? ¿Por qué? - preguntó algo asustada.
- Tranquila, voy a revisarte, necesito saber si fuiste violada... - dijo en un tono triste mientras se ponía guantes.
- Si... lo fui... pero fue hace mucho tiempo...-
- ¿Qué edad tenías cuando dejaron de violarte? -
- Diez y nueve -
- Entonces... seguro pueda comprobar que fuiste violada, déjame ayudarte - y tomó su mano. Eryx asintió e hizo lo que le pidió aquella mujer, Linda la reviso unos minutos, fue algo molesto e incómodo ya que ella estaba tensa. Al terminar pudo confirmar los signos de violación. - Ya terminamos, puedes cambiarte - y sonrió para darse vuelta.
- Me viste hasta el alma, ¿Para que te das vuelta? - dijo mientras se vestía.
- Quizá querías algo más de privacidad -
- Está bien, gracias, ¿Puedo irme? -
- Si, si - y sonrió.
Aquella chica salió del consultorio para irse con sus padres, espero con ellos en la sala de espera unos minutos mientras Linda hablaba con la oficial sobre los resultados, seguramente deberían hacerle más estudios.
- Vamos - dijo aquella oficial mientras los subía al auto y los llevaba a la estación.
Al llegar aquellos oficiales que fueron a la casa de los Franklin, habían vuelto.
- ¿Dónde están los desgraciados? - preguntó Eric.
- Están muertos - respondió uno de ellos.
- ¿Qué? - dijo Eryx fingiendo estar sorprendida.
- ¿Qué pasó? - preguntó Eris.
- No lo sé, los detectives y oficiales están intentando saber, pero no hay huellas ni pistas, fueron asesinados de una manera horrible - afirmó.
- Mierda... - dijo Eryx
- Pueden irse a casa... los volveremos a llamar en unos días, descansen - dijo aquel hombre.
- Gracias oficial - y Eric sonrió mientras sostenía de la mano a su mujer y del hombro a su hija. Fueron a casa, llegaron rápidamente, su abuela preguntó sobre el proceso.
- ¿Qué pasó? -
- Ahora no mamá... mañana ¿Si? - y le besó la mejilla.
- Claro, hija - y sonrió para voltear a ver a Eryx - Hola nieta linda - y beso su mejilla repetida veces.
- Hola abuela - y la abrazó, mientras la abrazaba notó en el reloj de la pared que eran las tres y veinte y cuatro - Iré a caminar... -
- ¿Sola? - preguntó Eris.
- Si... necesito pensar, es agobiador, la policía y todo eso - y sonrió para salir.
Caminó rápidamente hasta el parque Cristian's, al llegar ya vio a Dominik, quién la esperaba sentado en un banco.
- Hola linda - y le sonrió.
- Hola, ¿Cómo estás? - y se sentó a su lado.
- Mejor ahora, ¿Por qué querías que nos
viéramos aquí siempre? - y arqueó una ceja.
- Porque fui secuestrada durante años y hace poco volví con mí familia, donde vivía quedaba cerca de tu casa, pero ahora ya no, y este parque es un intermedio, y no quería dejar de verte - y miró al suelo mientras jugaba con sus pies haciendo hoyos en la tierra.
- Vaya... que fuerte... - y miro al horizonte para luego mirarla a ella - Me alegra que quieras seguir viéndome, yo también quiero - y sonrió.
- ¿Si? - preguntó mirándolo.
- Pues si -
- ¿Alex está de acuerdo con esto? -
- Si, ¿Y Aida? -
- Si - y sonrió
- Genial - y se acercó para besarla pero un chico los interrumpió.
- Oye, no beses a mí chica - ordenó
mientras masticaba un chicle de frutilla con la boca abierta dejando ver algunos de sus dientes de oro.
- ¿Eh? - y lo miró confundido.
- ¿Tu chica? - preguntó ella.
- Te tengo en la mira desde que llegaste - aclaró mientras se peinaba su cabello oxigenado y guiñaba un ojo.
- Eww - logró decir.
- ¿"Eww"? Jaja si te encanto, princesa - y sonrió -
- ¿Princesa? - y apretó fuertemente su músculo trapecio haciendo que se arrodille mientras sus ojos celestes se llenaban de lágrimas - A la mierda la princesa, soy una reina, ¿Oíste? ¡¿Oíste?! -
- ¡Si, Si! -
- Humillante - y lo soltó dándole un empujón haciendo que caiga y se levante rápidamente y se vaya llorando. - Ridículo -
- Que linda eres cuando eres mala - y la abrazó por detrás.
- Jajaja ¿Tu crees? - y se dio vuelta.
- Si que si - y la beso.
Luego de un buen rato hablando y besándose Dominik la acompañó a la casa, al llegar se quedaron hablando unos minutos, cuando ella iba a entrar Dominik iba a besarla pero Eric abrió la puerta.
- Hija, ya es tarde. - aclaró.
- ¿Me estás espiando por la mirilla? - y se cruzó de brazos.
- No.... ¿Quién es tu amigo? - y lo analizó.
- Hola señor...-
- Llámame Eric -
- Señor Eric, soy Dominik, amigo de su hija E... Aida... - y sonrió.
- Un placer -
- Bueno, nos vemos mañana... - y beso su mejilla para entrar a la casa.
- Adiós... -
- Más te vale cuidarla - ordenó Eric.
- Tiene mí palabra.-
- Genial - y sonrió para cerrar la puerta.
La tarde y noche siguió normal, cenaron, y todos se fueron a dormir, Eryx aún dormía con Eiden, ella dormía acurrucada en el pecho de su hermana mayor y Eryx la protegía, la abrazaba con sus brazos.
Recordaba el miedo que le daba la oscuridad a Aida, como deseaba que alguien la abrazaba, se abrazaba la rodillas imaginando que era su mamá o su papá.Así que no iba a dejar que Eiden tuviera miedo, así que la abrazó fuertemente mientras acariciaba su cabello rubio y poco a poco se quedaba dormida.
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Aida
HororUna niña, llamada Aida fue secuestrada, vendieron su cuerpo para ganar dinero, sus padres biológicos la encontraron después de mucho tiempo, pero ya no sería la misma niña que conocían. Habla con Eryx, su reflejo dónde le cuenta todo. Eryx la proteg...