•Un Amigo• [Scisaac]

Capítulo Único: Mi más grande sueño...

Isaac Pov.

  Y aquí estoy, ocultando mi dolor con cortes irregulares en mis muñecas, tu carta reposa sobre el lavabo, ahora manchada con delicadas gotas de sangre. Lagrimas caen sin parar por mis mejillas al tiempo que caigo sobre el piso de losas blancas del baño -Ahora decoradas con pequeñas gotas escarlatas- hecho un ovillo, otra vez he caído, una vez más caigo en este horrible vicio, un mal necesario. Por un momento me siento libre lleno de una embriagadora paz, pero en los siguientes segundos siento la desesperación y la angustia surgir otra vez, vuelvo a tomar mi pequeña navaja entre mis dedos y la presiono tres veces sobre mi brazo izquierdo, pero al buscar otro espacio libre y no encontrarlo, opto por trazar las finas marcas de una guerra con mis sentimientos en mi brazo derecho, comenzando desde mis muñecas hasta llegar 10 centímetros por encima de donde comencé.

  Escucho el susurrar de la puerta de nuestro cuarto al abrirse, lo tomo como una señal de que debo levantarme y limpiar mis heridas para salir y no levantar sospechas, así que lo hago, me levanto con lentitud y pesadez y pongo mis brazos bajo la llave del grifo para posteriormente abrirla y dejar que el agua fría se lleve la sangre que manchaba mi piel. No pensaste un momento más oportuno para abrir la puerta sin siquiera avisar y entrar como si nada, pero te detienes en la puerta.

—Lo único que te pido y es lo primero que haces— Me dices sin ninguna expresión al ver mis heridas recién hechas bajo el agua.

  Bajo mis mangas para cubrir las heridas y cicatrices de mis brazos, y antes de salir, tomo la botella de agua oxigenada y unas gasas para curarme. Cierras la puerta justo en mi cara al momento en que yo salgo.

***Tiempo después***

  Cambio de página y posiciono la pluma en el papel y comienzo a escribir, pero poco a poco la tinta de la pluma se hace más y más tenue hasta perder por completo el color, me levanto de mi cama y me dirijo con lentitud a la mesa de noche para tomar de uno de los cajones una de muchas plumas de color negro, para continuar con mi librante labor de escribir:

"El pasado carecía ya de importancia, una puerta cerrada, salvo por el hecho de que había sido este el que me había conducido a donde estoy ahora. El presente —mi presente- es terriblemente incierto..."

 Me interrumpo cuando la puerta se abre y veo la musculosa y alta silueta de quien anteriormente era mi mejor amigo, mi soporte, mis alas....

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

 Scott Pov.

  Estaciono mi auto en el parqueadero del lugar, bajo de mi coche y camino con lentitud hasta llegar a las puertas dobles de vidrio que hay en la entrada del lugar, las abro y llego ante una recepcionista, una mujer de no más de 30 años, rubia con lápiz labial rojo intenso brillando en sus delgados labios.

—Buenos Días — Me dice —¿En qué puedo ayudarte? —

—Hola, vengo a una visita en el número 2331—

—Ah, nunca te había visto por aquí. — Me dice con cierta curiosidad. —Él nunca recibe visitas, bueno, claro a excepción de dos jóvenes, uno castaño y otro tiene ojos verdes. Es sumamente raro verte aquí —

—Humm, si, hace años que no lo veía y... Pues escuche nombrarlo de mis otros dos amigos, me dijeron que estaba aquí y... —

—Entonces ustedes tres son amigos, le servirá de mucho volverte —se acercó a mí y susurro en mi oído —La semana pasada trato de— hizo una seña con su mano simulando una cuerda que la ahorcaba y continuo —Suicidarse— se alejó de golpe de mí —Esta fecha del año es muy complicada, es cuando más se deprime... en fin, necesitare una identificación, cariño— me dijo, le entregue mi licencia de conducir y ella me entrego un gafete con mi nombre, edad y la habitación que visitaba.—Puedes pasar. — me dedico una última sonrisa y me encamine por el blanco pasillo hasta la habitación de mi amigo.