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YoonGi suspiró mientras se alistaba para ir al trabajo. Jimin se había ido hace un par de horas, por lo que había aprovechado para descansar un poco. Se miró en el espejo, verificando que no tuviese alguna marca sobre su piel que lo delatara y se sintió más que aliviado al ver que no había ni una sola.

—¿Cómo le diré a Jimin sobre esto? — Cuestionó YoonGi en voz alta, terminando de abotonar el último botón de su filipina.

Sabía que tenía que hacerlo tarde o temprano se daría cuenta por lo que no tenía caso el ocultarlo, sin embargo, le aterraba el pensar en la posible reacción del contrario. Y es que, ¿como le diría que esperaría al hijo de alguien más cuando se habia negado rotundamente a quedar en cinta anteriormente?, honestamente ni siquiera el lo sabía; como había accedido tan fácil a los chantajes de su mejor amigo.

«Sin embargo, el tener sexo con su novio no había sido parte del trato. »

Se suponía que sólo sería penetrado, algo que claramente Taehyung hizo caso omiso. Y es que, aunque YoonGi no había querido acceder a los juegos previos de Taehyung durante el sexo, lo había terminado convenciendo, haciéndole todo tipo de cosas extrañas que no había practicado antes durante la intimidad. Lo único que no había hecho con él, era besarlo. Sin embargo, YoonGi creía que eso era nada a comparación de todo lo que había pasado entre ellos.

—Fue sólo una vez... —Susurró YoonGi para sí mismo —. No lo haré de nuevo.

O al menos eso esperaba, quedar en gestación con ese encuentro para no tener que pasar por lo mismo. Y aunque ese no fuera el caso, estaba bastante seguro que no lo haría otra vez, no estaría de esa forma con Taehyung de nuevo.

—¿Tienes el turno de la noche?

YoonGi respiro hondo al escuchar la voz de su prometido detrás de él. Se giró de inmediato y lo encontró a unos cuantos pasos de él, dedicándole una amplia sonrisa.

—¿Cúando llegaste?

—Acabo de llegar. Pensé que habías entrado en la tarde hoy.

—Está semana estoy de guardia.

—Oh, ya veo. —Dijo Jimin tratando de acercarse a YoonGi.

YoonGi esquivo la mano de Jimin y caminó hacia el tocador, donde cogio un cepillo y lo paso por sus desordenados cabellos.

—Se hace tarde, tengo que irme.

Jimin miro el reloj en la pared, todavía faltaba bastante para su hora de entrada.

—¿Quieres que te lleve?

—Debes estar cansado, descansa o come algo, no se, también puedes ver televisión.

—Andas raro. —Dijo Jimin de repente —. Tu jamás me alejas de ese modo, ¿sucedió algo que deba de saber?

YoonGi mordió su labio inferior por unos momentos en señal de nerviosismo y finalmente suspiró antes de cerrar los ojos y rendirse después de todo.

—Yo... Accedí a prestarle mi vientre a Nam para que tenga a su bebé.

Jimin se quedó en silencio por un largo momento antes de colocarse frente a YoonGi y encararlo.

—¿Qué tu hiciste que?

—Le preste mi...

—Escuche eso —lo interrumpió —, o creeme que lo hice, lo que quiero saber es como diablos hiciste eso, como siquiera lo aceptaste.

—Es por eso que te lo estoy diciendo, porque...

—No lo acepto. —Dijo Jimin rápidamente —. Me niego a que aceptes realizar semejante cosa. Así que dile a Nam que lo sientes, pero que no vas a hacerlo.

—No puedo hacer eso.

—¿Por qué no?

—Porque ya realizamos el procedimiento.

—¿Qué?

YoonGi asintió.

—Sabía que debía decirte antes, pero estaba seguro que te negarías de inmediato.

—¿Así que decidiste hacerlo a mis espaldas?, usar el semen de tu amigo para...

—En realidad —YoonGi lo interrumpió —, el donante fue el novio de Namjoon.

—¿Qué? —Preguntó Jimin furioso.

—Nam quiere tener al hijo de su novio, por eso me lo pidió. Jimin, tu sabes que esto no es relevante para mí, yo no quiero hijos, así que no lo veo como algo...

—Pero si lo es para mi. —Respondió Jimin bastante dolido —. Yo quería ser el padre de tus hijos.

—Aún no estoy embarazado, Jimin. Y aunque así lo fuera, no es mi hijo.

Jimin desvío la mirada.

—Ve al trabajo, se te hará tarde.

YoonGi miró la hora, aun quedaba tiempo de sobra. Aún así, no dijo nada y salio del departamento. Sabía que Jimin estaba más que molesto, y hasta cierto punto, el podía entenderlo.

Después de todo, tal vez si había cometido un error al aceptar la petición de su mejor amigo.


Una espera equivocada ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora