Capítulo 1 Feliz Cumpleaños Tío

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Mi nombre es Kagome Higurashi, tengo 17 años y soy estudiante de preparatoria, mido 1.60 metros, mi piel es muy blanca mi cabello es completamente negro intenso con algunas ondas rebeldes y que aunque no es tan largo, llega poco más abajo de mi cintura y eso llama mucho la atención porque es el camino que guía a las curvas que hace un año se pronunciaron en mi cuerpo, mi cintura es pequeña con una medida de apenas 61 cm, que se aprecia más por mis caderas amplias de 88 cm, sé que llamo mucho la atención del género masculino e incluso de alguna que otra mujer, tengo muchos pretendientes de edades diferentes y aunque intento ser siempre amable con el resto del mundo, a veces es imposible mantener mi ego en su lugar gracias a los diferentes cumplidos que recibo a diario. Mis ojos son azules por cortesía de mi padre de nombre Hoshiyomi, todos me dicen que tengo una mirada que embelesa a cualquiera y que junto con mi sonrisa me ha facilitado un sinnúmero de "favores", incluso me han hecho conseguir puntos extras con maestros del instituto.

Lo que no he podido conseguir con "mis encantos" es librarme de ir a la estúpida fiesta del mejor amigo de mi padre, Inuyasha Taisho. No me mal entiendan, es un buen tipo, y digo "buen" en toda la extensión de la palabra, no solamente es agradable y muy alegre sino también es muy guapo a pesar de cumplir 32 años se mantiene muy bien, lastima de esposa que a pesar de ser guapa es muy seria y hasta un tanto apática, la rígida Kikyo.

-Papá, ¿por qué no puedo quedarme? Quedé hace meses de ir con Sango al cine para ver el estreno de la película con ella.

-Ya lo hablamos, Kagome, la película seguirá en cartelera el día de mañana y el cumpleaños de nuestro amigo es solamente hoy.

-¿Nuestro? - respondí poniendo los ojos en blanco.

-Kagome, Inuyasha ha sido muy bueno con todos nosotros e incluso contigo, de ejemplo tu último cumpleaños que te regaló casi media florería, ¿no lo recuerdas? es una grosería muy grande de parte tuya no corresponder de la misma forma acompañándole en su día.

¿Como olvidarlo? Me envió un ramo enorme al salón de clases y llegando a casa no había solamente un arreglo floral, tanto la sala como mi cuarto parecían literalmente un jardín. Eh incluso llegué a pensar que era una indirecta para ponerme a trabajar vendiendo flores.

 Eh incluso llegué a pensar que era una indirecta para ponerme a trabajar vendiendo flores

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Señor TaishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora