Ella es como Cenicienta, pero hombre || ChanLix

A Cenicienta le gustan las extensiones.

Chan tenía planeado todo para esta noche. 

Compraría la cantidad suficiente de snacks para poder llenarse durante toda la noche (o comerlos en un minuto), pondría música de fondo desde la televisión de su habitación, encendería las luces LED que había decorado a lo largo de sus paredes con la ayuda de Hyunjin, se sentaría en su computadora y jugaría distintos juegos con sus amigos online hasta que sus ojos pidieran a gritos un descanso. 

Ah, sí, una buena noche de LoL. 

Esa era su idea de una noche perfecta, una noche para la que estaba completamente preparado, hasta que su dolor de cabeza más grande toca la puerta. 

—¿Changbin? —pregunta, su rostro desconcertado porque no lo esperaba— ¿Qué haces aquí?

—Seungmin —dice, mientras hace a un lado al dueño de la casa para pasar a través de la puerta, como si fuese su propia casa.

—Ah, sí, eso lo explica, sí —responde con sarcasmo mientras cierra, acostumbrado a que su amigo entre así. 

—Me invitó a una fiesta esta noche —dice—, bueno, no me invitó, solo me lo mencionó —hace una pausa y mira a la pared, luego se adentra a la habitación de Chan y grita desde allí —. Bien, no me lo mencionó, pero escuché que se lo mencionaba a alguien más. 

—Eso es acoso —responde el mayor, sonriendo mientras el menor saca prendas y prendas de su ropero—, ¿Qué haces?

—Busco ropa. 

—Bueno, tengo buenos precios, por si te interesa —bromea. 

—Mi ropa es demasiado oscura, no quiero que piense que soy un fanático de los cementerios o alguna cosa así. 

Escucha la carcajada de Chan y deja de tirar ropa para mirarlo. 

—¿De qué te ríes?

—¿En serio? ¿Viniste a mi ropero a buscar ropa porque la tuya es demasiado oscura? ¿Justamente al mío? —dice. 

—¡Ah! —grita—, tienes razón, vine a buscar ropa colorida con el ser más oscuro que existe, tu ropero parece literalmente un agujero negro —se queja, cerrando la puerta del mueble. 

—¿Y qué vas a hacer? —Changbin camina de aquí para allá, Chan lo sigue con una mirada divertida. 

—¿Hyunjin? Él debe tener ropa alegre.

—Sí, supongo, pero tus hombros miden como tres veces más que los suyos. 

Changbin se queja y se derrumba en el sofá del mayor, haciendo un puchero y doblando los brazos sobre su pecho. 

—No sé que voy a hacer —se queja, su voz sonando como la de un bebé. 

Chan suspira y camina hasta que se sienta a su lado. 

—Changbin, si quieres conquistar a Seungmin no puedes hacerlo fingiendo que eres otra persona. Es decir, digamos que funciona, ¿y luego? ¿vas a vestir de colores fuertes toda tu vida solo por él? 

—Podría hacer eso —Chan ríe. 

—Te gusta el color negro, Bin, no tiene nada de malo, hasta te ves sexy —el menor se anima y ríe.

—Je, es cierto. 

—Solo ponte tu propia ropa, o algo mío si te gusta, pero ve vestido como quieras. 

—Gracias Channie —dice—, bueno, ¿vamos? 

El mayor alza una ceja. 

—¿Eh?