CAPITULO 7

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HUGO

Los recuerdos son valiosos.
Hay algunos, que deseas borrarlos para siempre, pero créeme, son importantes.

Importantes porque te ayudan a prosperar, a avanzar hacia delante. Sin aquellos recuerdos, no serías lo que eres ahora, una persona libre. Una persona que a pesar de sus complejos, a pesar de sus dificultades, es libre, luchadora . Una persona que no se cansa de intentarlo, de luchar por sí sola.

Porque , por desgracia, todavía existe personas que no quieren que seas más que ellos.

Incluso tus propios amigos. Quieren que seas bueno, pero no más que ellos.

Los recuerdos... ¿qué haríamos sin ellos?

No todos los recuerdos que tienes son malos. Seguro que hay buenos.

Quiero que ahora mismo recuerdes uno bueno... uno que sea con una persona que amas y que extrañas .

¿A que es bonito? Es bonito recordar momentos con esa persona, que antes solo eran momentos pero ahora son recuerdos innovidables.

¿Cómo es posible que seamos así? ¿Cómo es posible que no sepamos apreciar las cosas en su momento ? Hasta que algo ocurre y la cuerda se parte en dos.

No lo sabemos hasta que algo lo destruye. Te destruye.

Ahí es cuando te das cuenta de todas las cosas y te arrepientes de algunas cosas.

Me senté en el suelo, justo delante la parte delantera de la cama, apoyándome en ella.

Abrí el álbum que tenía sobre mis muslos.

No era un álbum normal de fotos.

Para mí.. era mi vida entera.

Mi vida contada en fotos.

Solía fotografiar las cosas que son importantes para mi.

Agarré el cigarro que estaba a mi lado, dentro del cenicero y le dí una calada.

La primera foto la considero la más importante de todas.

Mi familia.

Mi padre. Mi madre. Mi hermano. Y mi hermanita..

Sonreí al verla y la acaricié con mi dedo pulgar , ya que con el índice y el corazón sostenía el cigarro.

- mi niña... - susurré.

Muy pocos saben lo que pasó realmente.

Dolió. Bastante.

Encima a una hermana con una gran vida por delante.

Cada uno tiene su historia. No toda ella son buenas cosas. Todos tenemos manchas imborrables, que por más que trates de borralo , es imposible.

La siguiente foto salía yo , con mis hermanos, jugando con unos bloques de colores.

El primero que nació fué Pablo. Luego yo, que me llevo dos años con él, y por último, mi hermana, cuatro años menor que yo.

Ojalá estuviera aquí.

Recuerdo que con sus 12 años, me decía que quería ser una maravillosa artista. Adoraba dibujar.

No fué hasta los 14... que todo se torció.

Miré hacia el techo frustrado ,soltando un largo suspiro.

- ¿por qué tú? - una lágrima se deslizó por mi mejilla.

Carraspeé y seguí viendo las fotos.

El día que me regalaron una cámara de fotos.

Fuí el niño más feliz del mundo.

Neverland, Al nunca jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora