Capitulo 10

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Ya habían pasado tres días desde lo ocurrido y recordé por que odiaba los hospitales, cuando estaba más pequeña me traían seguido por la sensibilidad estomacal que tenía y había una enfermera que en verdad me daba miedo y hablaba fríamente.

En verdad me degustaba cuando ella era la encargada de poner la vía para el suero, hoy la volví a recordar ya que en plena madrugada alguien alzó la voz y me hizo despertar bruscamente, era una enfermera un poco mayor, vino a aplicar una de las inyecciones a través del suero y no dejaba de verme fijamente y eso me incomodaba, en todo momento trate de sonreírle tímidamente y cuando se fue no puede volver a dormir bien, me fijé por la ventana y aún está algo oscuro, revise mi celular y me fijé que eran las 4am, desbloqueo la pantalla y entre a Instagram, habían publicaciones de las fotos que tomaron el día de la fiesta, Klymene me había etiquetado en varias donde las imágenes se veían algo borrosas ya que las tomo cuando estábamos bailando supuestamente en la terraza, luego apague el teléfono y cerró los ojos tratando de volver a Dormir.

Después de Tomar desayuno empecé a realizar los apuntes que tenía pendientes de la preparatoria, Darwin tocó la puerta de la habitación antes de entrar y sentarse cerca de mi cama.

-Ahora que se supone que haces Nesrin? - preguntó algo divertido al ver que tenía varias hojas de papel regadas en la cama.

-solo estoy haciendo los apuntes y acomodándolos- le dije señalando mi libro.

-hoy en la tarde me dan de alta - me dijo sonriendo.

-por lo menos uno de nosotros saldrá de este espeluznante lugar - dije bromeando.

-Ni siquiera está tan mal, nos traen el desayuno a la habitación - empezó a reír.

-creo que yo aún no saldré de aquí tan fácilmente, mi madre aún está preocupada a pesar que le dije que ya me sentía mejor, tenían pensado trasladarme a una clínica, pero me negué - me cruce de brazos y rodé los ojos.

-Alto ahí chica ruda, yo que recibí el disparo en la pierna, aún duele y apenas puedo caminar, tu recibiste uno en el abdomen y por suerte no daño ningún órgano vital, trata de tomarte esto enserio, descansa un poco más, después de todo no creo que este pasando muchas cosas de las cuales perderte ahí afuera - puso su mano en mi hombro y me sonrió.

-ok, dejemos de hablar sobre eso, tengo una duda – trate de entrar mas en confianza.

-ya sé que es lo que vas a preguntar.

-Se sinceró, ¿Qué hay entre tú y Daphne?

-Solo somos amigos - se puso la mano al pecho – por ahora.

-Te habrás dado cuenta que no le agradas a Magnus.

-Me importa muy poco lo que piense de mí la verdad.

-Tienes razón, lo importante es la felicidad de Daphne.

Estuvimos riendo y hablando un rato más, luego Darwin dijo que irían a descansar un rato más a su habitación y salió de la mía.

Casi al rato volvieron a tocar mi puerta, alce la mirada y esta vez se trataba de Magnus en su rostro se formó una sonrisa algo maliciosa, trate de entender de qué se trataba ahora y al parecer traía algo con sigo detrás de él.

-Te traje una magdalena de chocolate, pero que nadie se entere, mucho menos la enfermera, porque se supone que ya no debo traer comida a tu habitación - susurró tratando de contener su risa.

-Que haría yo sin ti querido Amigo- abrí los brazos indicándole que quería un abrazo, él se acercó y me lo dio.

-Toma ahora comételo rápido- me ordeno.

-Eso sonó mal, pero como ustedes ordené, comandante- empecé a comer mi magdalena.

- Por dios Nesrin –entendió a lo que me refería.

Él estuvo es silencio viendo la pantalla de su celular mientras yo terminaba de comer mi magdalena, en verdad está deliciosa y sobre todo porque en el interior traída chocolate derretido.

-Casi lo olvido - se puso de pie y empezó a rebuscar entre los bolsillos de sus pantalones negros.

-Que estás buscando? - pregunte mientras me limpiaba las migajas que tenía en la boca.

-Lo encontré, creí que se me habían caído- me brindó una amplia sonrisa y pude observar dos brazaletes, uno de ellos tenía un dije de un pequeño champiñón y el otro un pequeño cactus.

-se ven realmente adorables - le dije sonriendo entusiasmada.

Me tomo de la muñeca y me puso el brazalete de champiñón, luego me extendió del cactus para que yo sé lo pusiera a él.

-En verdad está muy lindo, gracias- no dejaba de observar el pequeño champiñón que colgaba- ¿Dónde los conseguiste?

-Los había mándalo hacer y se suponía que te lo iba a dar el día de mi cumpleaños, pero se me olvidó - me respondió y se llevó una mano hacia la cabeza.

-vez, por eso digo que tienes cerebro a de pollo a veces - empecé a reír y él solo cruzó los brazos.

-pues al parecer no soy el único, tú también lo tienes, ya que por lo que veo se te olvidó lo de hoy - volteó los ojos y volvió los la vista a su celular.

¿Hoy? ¿Qué ocurría hoy? ¿Qué es lo que olvidé? Me pregunté mentalmente.

-Bueno tengo que irme, mamá quiere que le ayude con algo, nos vemos después - se acercó y me dio un Abrazo, luego vi como desapareció tras salir de la habitación y otra vez me quedé en completo silencio.

Me fijé en la fecha de mi celular y hoy era dos de agosto era la fecha en la que nos conocimos de pequeños, o mierda en verdad lo había olvidado.

Bueno no es que siempre recuerde las fechas importantes, porque apenas recuerdo mi fecha de cumpleaños, en verdad lamente mucho no haberme acordado.

Tan solo por hablar con Darwin y Magnus me había agotado un poco, ni siquiera sabía el por qué, bueno sabía que aún estaba algo débil pero no era razón cansarme tan solo por hablar ¿No?

Decidí dormir un poco máshasta la hora de almuerzo, después de todo no había mucho que hacer.

Lo siento, pero ya es Tarde✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora