Después de terminar mal herida, eres recatada por un chico con un dragón tatuado en el cráneo, lo que no esperabas es que ese encuentro sería el inicio de una nueva vida que dejará al desnudo tu pasado y tal vez algo más.
- contenido de violencia y...
Naoko y yo éramos mejores amigas, teníamos 12 años, sus padres la habían abandonado y vivía con sus tíos, mi padre había muerto y mi madre se convertía en una drogadicta, Akihiro era muy pequeño, y nuestra colonia estaba llena de abusadores de todo tipo, habíamos jurado siempre protegernos.
Una vez de regreso de la escuela unos chicos trataron de quitarnos nuestro dinero, mi padre me había metido desde niña a clases de artes marciales, y yo todo se lo volvía a enseñar a Naoko, no fue fácil, pero los logramos derrotar, las pandillas eran comunes en donde vivíamos.
- ¿Y si nosotras formamos una? - preguntó Naoko mientras estábamos en los columpios
- ¿Una que? - respondí, aunque en el fondo sabia de que hablaba
- Una padilla -
-Naoko... somos dos, eso es imposible -
- Podemos juntar a mas, como esa chica de la academia en la que peleas -
- ¿Nara? -
- ¡Si!, ella me agrada -
- ¿Una pandilla de tres mujeres?, creo que estas loca -
-¡Vamos!, juntas ya le hemos partido la cara a varios sujetos, deberíamos intentarlo - no se que poder tenia ella sobre mi que al final cedía a todo lo que pedía
...
- ¿Queremos formar una pandilla - estaba saliendo de la academia junto a Nara
- ¿Quienes? -
- Naoko y yo -
- ¿Naoko y tu o solo Naoko? -
- Me convenció -
-¿Una pandilla de niñas?, seremos el hazme reír de Tokyo -
- En cuanto fracasemos Naoko tendrá una razón para abandonar la idea -
- Bien, entraré, pero yo te seguiré a ti, si tu decides seguir a alguien mas será tu problema, pero mi lealtad será hacia ti siempre -
Así fue como inició Black Diamond, tan fuertes, brillantes y extrañas como un diamante negro, lo que inició con tres muy pronto se convirtió en 10, luego en 15, 20, hasta convertirnos en una pandilla de 50 integrantes, si bien era pequeña éramos bastante fuertes, pasamos de ser la burla a ser el temor de un fragmento de Tokyo, muchas personas nos tenían en la mira y otras tantas envidia y rencor, entre estas ultimas estaba Moebius.
Éramos una promesa en el mundo de los delincuentes, nadie sabia nuestros nombres reales, pero los conejos resonaban entre los lideres de todas las pandillas, hasta el día en que Moebuis fue derrotado cruelmente por nuestras manos.
Teníamos 16 años, habíamos ganado gran territorio ya, hace una semana Moebius había caído, pero no planeaban quedarse así.
Una noche de lluvia me había quedado a dormir en casa de Naoko como otras cientos de veces, pero en la madrugada entraron por la ventana unos imbéciles mientras nosotras dormíamos, completamente indefensas y susceptibles, desperté al sentir que algo cubría mi nariz y me hacía perder la conciencia.
Cuando desperté estaba atada a un escritorio y Naoko a su cabecera, nos humillaron y golpearon de múltiples formas, los cobardes cubrían sus rostros pero sabíamos perfectamente quienes eran.
- Bien preciosas conejitas, para el cierre del deliciosos espectáculo de esta noche pondremos
fin a su juego de delincuentes - uno de los tipos tomó la cabeza de Naoko y ante mis ojos hizo un corte en su cuello, pude ver el miedo y desesperación en su mirada, traté de gritar, pero la tela en boca lo impidió, después de eso salieron del cuarto dejándonos semi desnudas, heridas y amarradas aún.
Yo no podía reaccionar ni expresar nada, no fue hasta que los tíos de Noko entraron a la habitación que se dieron cuanta de todo lo ocurrido, al no tener pruebas concretas de los culpables la policía abandonó el caso, los tíos de Naoko se fueron y yo me negué a hablar con cualquier persona.
A los 5 meses de lo ocurrido volví a reunir a nuestra pandilla
- Este es el fin de Black Diamond - dije mirando el suelo
- ¿De que estas hablando? - preguntó Yuki, era la capitana de la segunda división
- Esto se acabó, no hay porque entender mas - - ¿Es una puta broma no? - la voz de Nara me hizo mirarla a los ojos
- Se que es trágico lo que ocurrió, pero tu sigues aquí, puedes perfectamente mantener esto en pie, no estas sola, todas estaremos contigo hasta el final, recuerda que te prometí lealtad por siempre, no te dejaremos caer comandante - sabia que Nara quería que cambiara mi decisión, pero yo ya la había tomado
- Tenias razón Nara, esto siempre fue una pésima idea - me fui del lugar ignorando a todas las que estaban detrás, sin importarme lo que sintieran o pensaran.
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Me gusta romper a los personajes... Espero que no les moleste... Pero esta historia será importante mas adelante... Por favor voten y comenten
