𝟎𝟏𝟕. deja entrar al correcto

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𝟎𝟏𝟕

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𝟎𝟏𝟕. deja entrar al correcto
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Lia

Mi teléfono volvió a sonar de nuevo, Damon me había llamado más de cinco veces pero no quería cogerlo. No tenía bastante ganas de hablar.

—¿Quién te llama tanto?— preguntó mi hermana pasándome el cuenco de palomitas.

Estábamos pasando la noche en el sofá viendo películas. Solamente ella y yo, creo que Jeremy estaba metido en su cuarto y Jenna había salido. Posiblemente con Alaric.

—No es nadie— contesté, mintiéndole un poco. Elena intentó agarrar mi teléfono pero fui salvada Gracias a que la puerta sonó.

—¿Esperas a alguien?— me preguntó, curiosa.

—No, ¿tú?— le devolví la pregunta y ella negó. Sin más remedio, me levanté yo del sofá. Fui a abrir la puerta y me encontré a Damon.

—Me estás ignorando— comentó, seco.

—Mi teléfono está muerto— contesté.

—¿Con que Damon es quien te llama, eh?— inquirió mi hermana, gracias Elena, siempre destapándolo todo.

—Con que está muerto, eh— continuó Damon, quien me dio una mala mirada, pero yo pasé de largo. —¿Stefan está aquí?— preguntó.

—No, ¿por qué?— habló Elena metiéndose en la conversación ahora más preocupada.

—Salió ayer por la noche y todavía no ha vuelto, pensé que se había quedado aquí. No consigo localizarlo— respondió. Elena lo llamó pero tampoco contestó.

—Me salta el contestador— contestó mi hermana.

—¿Qué puede estar pasando?— pregunté.

—No te va a gustar lo que estoy pensando— me miró, y luego se giró para ver a Elena, quien estaba nerviosa.

Y justo como Damon lo predijo, estábamos en el bosque, alejadas de una pequeña casa que había a las afueras de Mystic Falls.

Damon venía corriendo hacia el coche, nos había dejado a Elena y a mi dentro ya no solo por el tiempo, que estaba bastante fuerte, si no por la casa de vampiros.

—¿Qué pasa? ¿Dónde está Stefan?— preguntó Elena, cada vez más preocupada. Algún día perdería la cabeza por Stefan.

—¿Lo tienen verdad?— cuestioné, a lo que Damon asintió.

—No puedo entrar, tienen a la dueña de la casa hipnotizada y no le han permitido que deje pasar a nadie— explicó.

—Yo puedo entrar— dijo Elena, segura de sus palabras.

—No vas a entrar ahí— dijimos Damon y yo, al mismo tiempo.

—¿Por qué lo tienen? ¿Qué es lo que quieren?— cuestionó Elena, estaba perdiendo los nervios.

𝗙𝗢𝗥𝗘𝗩𝗘𝗥&𝗔𝗟𝗪𝗔𝗬𝗦¹✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora