Capítulo 2: Acepto El Trato

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Me aparté de la puerta esperando que pasara y darle una explicación por la razón de que yo estuviera ahí metida, sin embargo a los dos minutos se escuchó la puerta cerrarse nuevamente, me asomé y no vi a nadie, quizás se arrepintió y prefirió irse así. Sin perder tiempo salí de ahí para reunirme nuevamente con mi familia y los Taisho.

-¿Todo bien Kag? Estaba a punto de salir a buscarte. - dijo Inuyasha e inmediatamente su mujer lo volteo a ver con una ligera expresión de molestia.

-Sí tío, todo bien. Solamente que le marqué a mi amiga para posponer nuestra salida al cine para mañana, había olvidado que era hoy. - dije una verdad a medias, OK no, fue más mentira que verdad pero no puedo decirle la verdad.

-No por favor, Kag, no hagas eso. Si quedaste con tu amiga para salir, no debes cancelar. Adelante ve con ella.

-Claro que no! Mi lugar hoy es aquí contigo, no por obligación sino por gusto. - respondí dulce y un tanto hipócrita porque sí quería ir con Sango, no por no estar con Inuyasha, sino por no estar cerca de su esposa.

-Te lo agradezco princesa. - me sonrió, no sé desde cuando siento que amo esa sonrisa. - Gracias a todos por venir el día de hoy. - ahora lo dijo a mi familia.

-Cariño, deberías ir un momento a la mesa de Hiten, creo que no has pasado a platicar con ellos, no seas grosero. - dijo la bruja, perdón, Kikyo.

-Tienes razón, amor. Amigos, disculpen en un momento regreso. - se levantó y fue a otra mesa en donde se encontraban algunos empleados de la empresa y sus familiares.

-Sango comprendió, ¿no es así? - preguntó mi padre.

-Por supuesto, pero me tocará pagar tooodooo el día de mañana. - lo vi a los ojos y él lo captó.

-Ya entendí, ya. Llegando a casa te doy dinero. - todos rieron ante lo dicho.

Después de un rato nos separamos de la mesa, Rin y yo para platicar sin la presencia de los grandes. Sota jugaba a correr junto con otros hijos de los invitados mientras Rin y yo nos sentábamos en una mesa de jardín tomando unas Fantasías (es un mocktail basado en jugo de naranja, puré de mango, zumo de piña y zumo de arándano, delicioso coctel sin alcohol).

-Estoy tan feliz de tener aquí a Sesshomaru, me encantaba ir a Europa a visitarlo porque le gusta consentirme. Estoy segura que te agradará igual a ti, Kag.

-¿En serio lo crees? No quiero sonar grosera Rin, pero escuché que es muy serio y reservado. Sabes que no congenio muy bien con ese tipo de personas.

-Tienes razón, Kag. Eres mucho Sol para el cubo de hielo de Sesshomaru. - respondió Inuyasha detrás de mí, no lo vi venir y solté la lengua, lo peor es que no venía sólo, Sesshomaru estaba con él. En ese momento yo no sabía en dónde meter la cabeza, quería que la tierra me tragara y me escupiera en el cine con Sango.

El destino se empeña en hacer de nuestro primer encuentro todo un desastre. Estoy segura que tenía la cara roja porque la sentía arder, sin embargo traté de mostrar un poco de madurez. Me pasé un mechón de cabello por atrás de mi oreja mientras me levantaba del asiento y le daba la mano al hermano de Inuyasha.

-Lamento lo que escuchó, en ningún momento fue mi intención ofenderle señor Taisho. - él recibió mi mano y la apretó gentilmente.

-No se disculpe señorita Higurashi, solamente se expresaba de manera casual con una amiga y no me ofende su comentario. Somos nosotros quienes llegamos inoportunos a escuchar una plática ajena. - yo solamente pude hacer un intento de sonrisa, su respuesta tan amable me hizo sentir mal por lo dicho anteriormente.

-En eso tiene razón mi hermano, Kag. Solamente que como eras la última a la que no había presentado a mi hermano y no te vi en la fiesta decidí salir a buscarte y como la otra faltante era Rin, Sesshomaru se ofreció a acompañarme. - en ese momento Rin estaba pegada abrazando por la cintura a su hermano Sesshomaru.

Señor TaishoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora