17. ENTRE TUS MANOS

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El paisaje del valle era esplendoroso, una fotografía limpia de la naturaleza poderosa. El cielo lucía despejado, claro y muy bello. Podía saborear la tranquilidad en cada poro de mi piel y eso me encantó.

—La vista es hermosa desde aquí.

Eran aproximadamente las 12 de la tarde. Sorprendentemente me levanté temprano. Nos dormimos cerca de las cinco de la mañana y que yo estuviera levantada antes de las tres de la tarde con un desvelo así de grande sí que era de sorprenderse. No solía levantarme temprano, pero esta vez mi cuerpo hizo una excepción. Quería disfrutar de este momento tan especial con Svahn, no pasar medio día dormida.

—Lo es.

Trazó perezosamente líneas desiguales por mi brazo. Nos encontrábamos en el jacuzzi del cuarto, disfrutando del paisaje abierto frente a nosotros, extendiéndose como la maravilla que era. Agarré la copa de vino blanco, bebiendo un poco. Era vino de cortesía, obvio lo iba a probar.

—Todo es más especial con la persona correcta—entonó.

Depositó un beso en mi hombro. Dejé la copa en su sitio, junto a la suya.

—¿Soy la persona correcta?

—Sin lugar a dudas.

Volteé ligeramente.

—Que se me hace que siempre haces esto. Conquistar a mujeres así, siendo un caballero y trayéndolas a hoteles con vistas espectaculares. Así quien no caería rendida por ti.

—No, no es algo que suelo hacer.

—Vamos. Seguro has usado esta técnica antes. Eres guapo y adinerado. Tener muchas chicas en tu lista no debe ser nada complicado para ti—comenté—. No te voy a juzgar.

—He tenido relaciones anteriores, nada serio, hasta que apareciste tú. No sé porque, Virza, pero eres la mujer que quiero en mi vida. Eres la única a la que he tratado así. La única que deseo hacer todo para tenerte siempre a mi lado—dijo serio—. Además, me parece haber escuchado en repetidas ocasiones que te gusté antes de traerte aquí.

Sonrió, travieso, sabiendo que tenía la partida ganada antes de esta sorpresa.

—Bueno...

—¿Logré deslumbrar a la hija de Isaías Wide? —preguntó divertido.

—La conquistaste por completo.

Me atrajo a él, besándome profundo.

Hicimos el amor de nuevo, entregándonos ante lo que sentíamos. Svahn me hacía sentir amada como nunca experimenté, y me hacía sentir protegida. Me hacía sentir que era el centro del universo.

—Me hubieras dicho que nos quedaríamos aquí para haber traído una maletita—me vestí con la única prenda que traje.

—Entonces no hubiera sido sorpresa—me dio un beso rápido.

—Pues sí, pero mira, no traje nada de maquillaje y me veo...

—Hermosa.

—No, Svahn. Me veo toda papuja.

—¿Eso es...?

—¡Pálida! Parezco cuija.

—¿Y eso es? —preguntó de nuevo, ignorante de mis palabras coloquiales del sur de México—la familia de Damián me los pegó—.

Agarré mi celular, buscando una imagen de la pequeña lagartija albina que se aparecía en casa de la abuela de Damián, en Coatzacoalcos, Veracruz. La primera vez que los vi me asustaron. ¡Caminaban por las paredes! Son inofensivos. Comen insectos y frutas, pero te pegaban buenos sustos, como cundo una me pasó por las patas cuando subía las escaleras.

Siempre Incorrecta© (#1) +21 ✓ ✓ ✓ COMPLETA [SAGA INCORRECTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora