LIVING THE DREAM | CHRISTOPHER VELEZ | TERMINADA✔

CAPITULO 35.

Han pasado dos meses desde aquel día en que Christopher y yo nos separamos. Al día siguiente de haber terminado me levanté con la idea de que no iba a permitir que lo que sucedió arruinara la experiencia que estaba viviendo, Christopher no iba a arruinar mi más grande sueño en la vida, a pesar de que le estaré eternamente agradecida por la ayuda que me brindó. Y si, así de buena o mensa soy.

Así que ese día solté y dejé todo arriba de ese escenario en Colombia, siempre dije que bailar me ayudaba a expresar como me siento, pues ese día lo hice.

Lo único que llegué a enterarme sobre él y su vida es que hizo oficial su relación con Valery y a mí una que otra vez me llegaron a preguntar sobre lo que había pasado, pero jamás hablé al respecto, preferí guardarme todo.

Sonará cliché, pero me hice un cambio de imagen. Quizás si lo haya hecho para cerrar esa etapa de mi vida o quizás no, no lo sé. El color de mi cabello pasó de ser castaño oscuro a cobrizo. Siempre tuve ganas de tenerlo así y un día sólo quise hacérmelo.

Estaba nerviosa el día de hoy porque estaba por volver a Miami. ¿La razón? Tuvimos una semana de descanso a razón de que Lali tiene un poco lastimada la voz y pospondrá todo una semana. Bien pude quedarme en Puerto Rico que es donde todo se detuvo, pero tengo otra razón para volver y es para terminar mi contrato con CNCO, al terminar el tour con Lali no planeo volver a ser su coreógrafa, lo más probable es que me quede en el equipo de Lali.

No quiero llegar al edificio, no quiero tener que encontrarme con Christopher, no creo estar preparada a ello, pero ya no hay vuelta atrás porque ya estoy arriba del avión a nada de llegar. Nadie sabe qué voy para Miami, ni mi mejor amiga.

Al bajar del avión salí del aeropuerto con mi maleta, era un domingo soleado en Miami, no mentiré, si extrañaba estar aquí. Me acerqué a la fila de taxis que había aquí afuera y me subí al primero que vi desocupado dándole la dirección al conductor.

Busqué mi celular en el pantalón y abrí mis mensajes.

"¿En dónde estás?"

"En el depa con Erick y los chicos, ¿por?"

"¿Todos están ahí?"

"Si... ¿Por qué?"

"Te marco en 5 minutos"

A este punto creo que me quedaré sin uñas, estaba demasiado nerviosa, en serio no quería llegar. No me quiero encontrar con aquel que se encargó de romperme el corazón hace dos meses atrás. Es demasiado pronto como para creer que no me afectaría el venir aquí. Todos mis recuerdos en este edificio son con él, es más, todos desde que llegué a Miami. Maldita sea, Christopher.

Le entregué el dinero correspondiente al taxista y bajé, una vez enfrente traté de esconderme para que nadie me vea aquí y saqué mi celular de vuelta.

Llamada

- ¿Ya me dirás por qué el misterio?

-Primero, no digas mi nombre, segundo, necesito que bajes al lobby, estoy en Miami.

- ¿Estás aq...- Estuvo a nada de gritar.

- ¡Cállate, Ana!

-Voy ya mismo. – Y colgó.

Me adentré sigilosamente al edificio. Qué vergüenza con el guardia que me está viendo hacer el ridículo, si no me conociera ya me hubiera detenido por lo sospechosa que me veía mirando para todas partes.

Vi a mi mejor amiga bajar corriendo las escaleras, muy inteligente de su parte no usar el elevador, hubiera tardado más en aparecer.

- ¿Qué haces aquí? – Gritó por lo bajo abrazándome.