- Ahora, muéstrenme sus avances.- El profesor Snape hablaba con su voz amarga y sin ánimos de siempre.
Mi poción estaba lista, había seguido los pasos al pie de la letra y se suponía que debía de ser perfecta.
Cuando Snape pasó junto a mi lugar simplemente alzó una ceja e hizo una mueca que quise pasar por un "bien hecho".
- ¿De nuevo usted, señorita Lovegood?.- Snape hace un movimiento de varita y elimina todas las flores secas que estaban dentro de la poción de la chica.- ¿Cuántas veces tengo que repetirle que no puede agregar ingredientes extras a la poción?, ¿Acaso quiere matar a todos aquí con sus extrañas mezclas?.
- Oh no no no, solo creí que era un color muy... marrón, así que añadí algo de flores para que se viera mucho más lindo, pero ahora que usted las quito, profesor Snape, creo que se ve algo triste esta mezcla.- Explica Lovegood.
- A nadie le importa la apariencia de la poción, simplemente siga indicaciones ¿Es tan boba como para no poder hacer algo tan fácil?.- La respuesta de Snape me molesto, no podía humillar a alguien tan inocente como Luna Lovegood, eso es no tener corazón.
Luna solo sonrió de lado e intentó ocultar el comentario de Snape en lo más profundo de su mente.
- Señorita Galiet, tome asiento junto a Lovegood y encárguese de que no haga nada... mal.
Me encamine hasta la mesa de Luna y me saludo gentilmente, abrí mi libro y rápidamente comencé a leer, veía de reojo a Luna quien parecía más entretenida observando el pequeño insecto que caminaba por la mesa.
- ¿Cómo vas con tu poción?.- Le pregunte.
- Oh, aún no la empiezo.- Dijo sin interés.
- ¿Necesitas ayuda?.- Ofrecí amablemente y ella me miro con curiosidad.
- Te lo agradecería eternamente.
Eso fue suficiente para sentarme junto a ella y comenzar a ayudarle, ella creía que era un juego divertido el de "ve a buscar", yo le decía que fuera a buscar algún ingrediente y ella felizmente iba y regresaba con todo lo que le pedí.
- Esta hecho.- Dije quitándome el cabello de la cara.
- Se te da muy bien hacer pociones _____.- Comenta admirando la poción que se encontraba en su caldero.- Pero, ¿Y qué hay de tu poción?.
Lo había olvidado por completo, estaba tan concentrada en Luna que había olvidado hacer mi propio trabajo, mire el reloj de arena casi vacío que reposaba en la mesa de Snape ¡El tiempo no me alcanzaba!, entre en pánico cuando Snape pasó a revisar cada una de las pociones.
- ¿Y su trabajo?.- Pregunta con voz fría.
- No lo hice.- Confesé en un susurro.
- ¿Disculpe?.
- ¡Que no lo hice!.- Repetí
- Que pérdida de tiempo.- Dijo mientras se movía de lugar para revisar ahora la poción de Luna al que hizo el mismo gesto que de costumbre.- Galiet, la veré más tarde, para su castigo.- Me dice mientras agacho la mirada.
- Lo siento.- Luna puso su mano cariñosamente sobre la mía.- Iré a decirle que está poción te pertenece.- Luna se levantó de su lugar hasta que tome su mano.
- No te preocupes, está bien.- Le sonreí con amabilidad mientras los demás recogían sus cosas, vi como todos salían del salón mientras yo tenía que quedarme sentada en mi lugar.
Un consuelo me lleno el alma al mirar hacia la puerta y ver a Luna que me veía desde la salida, me veía con ojos tristes y dijo un disimulado "lo siento".