capítulo único

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La fuerte música llenaba cada rincón de la habitación. Casi doscientas personas se encontraban esparcidas dentro y fuera de la casa. Algunos bebían, otros fumaban y muchos otros jóvenes ocupaban el centro de la sala principal, donde el baile estaba teniendo lugar. La barra en la que Minho se encontraba apoyado estaba justo en frente. El castaño estaba mirando a su amigo que bailaba en el centro de la pista. Llevaba demasiadas copas encima como para saber siquiera su nombre, tanto así que cuando quiso acercarse a él, apenas logró dar unos pasos sin tambalearse.

—¿Qué tanto me ves, molesto? —preguntó Hyunjin una vez a su lado.

—Te cuido a la distancia.

El pelinegro lo observó mientras se apoyaba sobre sus codos en la misma barra que el mayor.

—Que tierno eres —sonrió atontado debido al efecto del alcohol—. Sabes que no soy gay —hizo una leve pausa—, pero por ti puedo ser lo que quieras.

El castaño lo miró divertido y decidió acercar sus manos al rostro del menor, haciendo que este lo mire.

—¿Entonces si vas a besarme? —habló nervioso el más alto, no pensó que su amigo fuese a hacer algo.

Minho se acercó tanto como pudo, inclinándose sobre la madera.

—Estás borracho —susurró casi rozando sus labios.

—Claro que no.

—Por supuesto que si, Hyunjin.

El pelinegro lo miró ofendido y se apartó.

—Baila conmigo —lo tomó de la muñeca, haciendo un pequeño puchero.

El de menor estatura no se negó, se metieron entre la multitud para bailar juntos toda la noche hasta caer rendidos.

—¿Hoy no quieres besarme? —molestó Minho a su amigo.

Llevaba casi tres semanas haciendo la misma pregunta. Y disfrutaba de ello, Hyunjin siempre acababa con su rostro completamente rojo.

—Ya déjate de idioteces.

—Lo siento, pero fuiste quien empezó con esto.

El castaño no era el único que hacía chistes desde aquella propuesta en la fiesta. Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba, las cosas parecían salirse de control.

Ya no sabían qué tanto era mentira.

—¿Te enojaste conmigo esa noche? —preguntó el pelinegro de repente.

—No, pero si vas a joderme al menos ten las agallas de que vaya en serio.

Le dedicó una sonrisa incrédula que Hyunjin solo pudo evitar.

Minho siempre había sido un chico muy directo, de esos que no se guardan nada. Pero no le gustaba entrar en peleas ni armar debates, le cansaban. Vestía pantalones anchos que le permitían mantenerse cómodo y remeras que aunque fuesen sueltas, siempre marcaban su cuerpo bien formado. El pelinegro, en cambio, parecía el típico fuckboy de película. Llevaba jeans rasgados y pasaba de remerones a camisetas angostas que solía cubrir con su chaqueta de cuero o sus grandes buzos.

not gay | hyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora