Desde el final de la segunda guerra mundial,la ONU,señaló a la paloma blanca como símbolo mundial de la paz,millones de vidas se perdieron en la década de los 40,miles de historias ahogadas en un río que no desembocaria en ningún mar.Es aquí donde los carteros,los corresponsales de guerra tuvieron el privilegio de poder dar voz a todas esas vidas que se perdieron o incluso aquellas que afortunadamente pudieron regresar a casa.Alex es un joven holandés que vivía en Eindhoven,Holanda.El más pequeño de 5 hermanos,hijo de una mujer francesa y un padre holandés.
-¡Alex despierta ya!-Exclamo su madre al otro lado de la puerta.
-¡Llegaras tarde a la escuela vamos arriba ya!
El joven dio un brinco y se sentó sobre su cama,era viernes y sabia muy bien lo que le esperaba ese día,una jornada en la que lo más emocionante sería encontrarse con esa chica pelirroja que le había enamorado el invierno pasado.
Alex salió de la habitación bien acicalado e incluso perfumado,y su madre lo notó.
-¿Vas a ver a Ana verdad?sonrió pícaramente
-¿Esque no se puede tener un secreto en esta casa verdad?.
La ironia iba dirigida para su hermano mayor que escuchaba todo desde el comedor,el cual había visto a Alex y Ana de la mano la noche anterior.
-Baja ya hijo tu padre quiere hablar contigo-.Le dijo su madre
El adolescente se dispuso a bajar al comedor para desayunar y hablar con su padre pero éste no estaba allí
-¿Y padre?dijo Alex
-Esta en su despacho,pero no hagas ruido,los demás siguen durmiendo,no todos seguimos estudiando,algunos trabajamos-le replicó el mayor
Alex decidió ignorarle e ir al encuentro de su progenitor y allí estaba,leyendo preocupado una correspondencia que había llegado esa mañana
-¿Ocurre algo padre?dijo con voz timida
Éste se limitó a señalarle el asiento,invitándole a sentarse
-Necesito que lleves una carta antes de ir a clase,es importante-dijo su padre
-¿De que se trata?parecías preocupado
El hombre evadió la respuesta con un silencio que endulzó con una caricia en la cabeza del chico,y un gesto para que éste pudiera marchar ya.
