El sonoro portazo resonó por las paredes de la casa acompañado de un suspiro que llevaba sofocando todo el día.
Langa mira el silencioso piso en el que se estableció, el salón no muy amplio con paredes totalmente cubiertas con aquel tapiz gris tenue, un gran sillón con candelabros de bronce oxidado, una gigantesca chimenea en ángulo y cuatro viejos butacones que le hacen compañía al sillón.
Langa volvió a soltar un suspiró dispuesto a pasear por el lugar para llegar a su cuarto hasta que la puerta se abrió estrepitosamente haciéndole caer de espaldas afortunadamente sin golpearse demasiado.
Al alzar la vista logro visualizar aquella silueta que tanto deseaba ver llegar a casa -MADR... - Pero detuvo su hablar al apreciar la lencería con la que vestía su madre.
- ¡Quítate! Me estorbas- Dijo evitando dirigirle la mirada.
Rápidamente Langa detiene a su madre sosteniendole por la pierna recargando su cabeza en ella -Madre, te he extrañado mucho, me haces demasiada falta - Dijo cerrando fuertemente los ojos esperando una respuesta positiva, pero a cambio recibió una patada que lo alejó bastante.
- ¡CÁLLATE! ¡No ves que no te quiero!... Solo aléjate- Dijo dejando dinero sobre uno de los cuatro butacos para poder marcharse.
- Mamá... Por favor, no te vayas de nuevo- Se podía notar la tristeza en su rostro, como se mordía el labio tratando de contener las lágrimas cortándose el mismo.
- Basta, solo eres un error- Siguió con su paso pero se detuvo al escuchar el sollozó de Langa. Estaba por dar vuelta y correr a los brazos de su hijo, rogando perdón y con la promesa de un nuevo inicio, pero eso es imposible ya tocó fondo y la normalidad no es posible, solo queda aceptar las cosas y seguir como sea para poder sobrevivir, y si eso implicaba dejar atrás a su hijo, eso haría.
Una lágrima color azul saturado cayó por su mejilla la cual limpio rápidamente antes de vocalizar - Está será la última, tienes una semana para conseguir trabajo... No me esperes, no volveré- Emprendió su camino sin mirar atrás.
Langa se levantó del suelo entrando nuevamente al apartamento cerrando suavemente la puerta tras el, siguió hasta el baño de su habitación y entro a la ducha, se empezó a desvestir lentamente mientras observaba su cuerpo lastimado, cada movimiento le dolía y los sollozos no paraban.
Abrió la regadera y las gotas empezaron a bajar delicadamente por su piel, las lágrimas se mezclan con las gotas de agua, trato de abrazarse pero al momento del contacto retiro rápidamente sus brazos por el dolor causado empezando los quejidos que no parecen cezar.
- Tranquilo tranquilo tranquilo- Repitió en susurros sin parar creyendo que con eso el dolor pararía.
Aunque su ruego fue dado el dolor era cada vez más intenso causa de las gotas heladas que aterrizan en su cuerpo, se creó un desespero que viajó como sangre por todo su cuerpo mientras le llega la idea de acostarse, descansar, desconectarse de su cuerpo, poder dejar su dolor de lado y entrar en una burbuja que le da un respiro a su caótica vida.
Sale de la ducha dando pasos cortos y constantes, cada movimiento le duele más que el anterior, era un sufrimiento sin fin, solo quería que parará, quería descansar, dejar de lado todo y poder disfrutar de una vida "normal"
Llega hasta la cama y recuesta a paso lento su cuerpo cerrando los ojos y acurrucandose en posición fetal soltando pequeñas maldiciones.
La fría noche paso, es fin de semana y los débiles rayos de sol entran por la ventana golpeando en el perfecto rostro de Langa, despertandolo de su sueño, se quedó inmóvil por un momento sin pensar en nada, solo viendo a la nada, hasta que se da cuenta que las sábanas estaban manchadas de sangre, dirigió la vista a sus heridas en los brazos dándose cuenta que estaban abiertas soltando pequeñas gotas de sangre, pero a diferencia del día anterior, ya no le dolía, no sentía nada, su madre lo había abandonado definitivamente y empieza a cuestionar su existencia, no tiene a nadie, si desaparece nadie lo extrañaría. Considera la idea de desaparecer pero al momento de decidir se le viene la imagen de Reki sonriéndole felizmente sonrojandose en el proceso.
- ¿Por que pienso en el, en este momento?- Se cuestiona bajando la mirada.
Después de varios minutos pensando en Reki decide "seguir adelante".
- Tal vez... No todo sea malo- Pensó.
Solo bastaban esos hilos de luz para alumbrar el desastre que tenía como habitación, tomo pie de su cama y se dispuso a organizar el cuarto pero antes necesitaba curar sus heridas.
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Langa se encontraba paseando por la ciudad, arrimando a cada tienda que veía preguntando por trabajo de medio tiempo, sin tener suerte, hasta que pasa por una tienda de deporte que le hace recuerdo a los felices días que pasaba con su padre haciendo skateboarding mientras bajaba de la montaña riendo a carcajadas, mira como en el ventanal de vidrio se encontraba una nota pegada en la que especificaba la búsqueda de nuevo personal, la toma sintiéndose afortunado y entra.
El sonido de la campanilla golpeando despierta a Reki, quien se levanta y acomoda rápidamente para poder atender al cliente, quien se sorprende al ver que es Langa.
- Buenas tardes, ¿En que puedo ayudarte? Langa- Pregunta, nuevamente mostrando su perfecta dentadura, observando como Langa hacia otro intento por ocultar su sonrojó.
Langa no expreso palabra, y solo avanzó hasta la barra para poner el papel encima de esta -¿Estás buscando trabajó? - Reki pregunta lo obvio, con la intención de poder escuchar su voz.
- Si, lo necesito con urgencia- Respondió Langa, evitando hacer contacto visual.
- Mi jefe no se encuentra en este momento, salió por un pedido- Dijo apoyando sus codos en la barra y recargando su cabeza en las palmas de sus manos -Si quieres puedes volver más tarde - Concluyó.
- No, yo aguardo- Puso fin a la conversación, esta vez observando la tierna posición que había adoptado Reki, desviando la mirada rápidamente mientras toma asiento en el lugar.
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Amor imperfecto ┆ Lanki
FanficCon la mirada caída y los ojos llorosos, le dije: - Quédate otro rato. Con su sonrisa traviesa respondió: - No, tengo que irme y tú ya debes despertar. - ¡No! te necesito. - Por favor, déjame ir. ¡! Lanki © dwniehl