Muchas veces.
Ha estado así.
En situaciones complicadas.
Ya van siendo muchas de las ocasiones en las que Bakugou lo deja mal parado, con incertidumbre, con la duda, y sin saber que hacer. Le ha dado mas inquietud en todo este tiempo, que en toda su vida, sobre cuando exactamente llegara a entender a una persona por completo.
Una vez mas, y quizá, no la ultima.
Katsuki, lo deja contra las cuerdas.
Parado en seco, e indeciso, se mantuvo de pie con el brazo del mayor entre su mano, impidiendo a que se fuera.
- Katsuki...- susurro de nuevo con pena.
Tras dos dias sin verse, ver al cenizo en ese estado, genero un encuentro agrio para los dias melosos que habia tenido Kirishima en la boca, era la misma persona, quien podia darle sentimientos dulces, asi como contrarrestarlos por unos amargos. Estaba ahí, en frente de el, con su usual cabellera alborotada, la misma camisilla negra de sus ropas casuales, y la esbelta cara de siempre.
¿Por que se siente tan diferente entonces?
- h-hey....¿q-que paso? - dio un paso hacia adelante lo mas seguro que podia de si, acercandose para poder ver mejor la cara del mayor, quien solo dirigio su vista hacia el piso indiferente.
Ante el silencio, el menor volvió a hablar.
- ¿t-te duele? - cuestionó deslizando despacio su mano sobre el brazo ajeno, en el momento en el que su vista se posaba en las enormes cortaduras en ambos brazos.
Naturalmente, se ha acostumbrado a ver a Bakugou con heridas, es normal ya que se la pasa entrenando, a veces abusada mucho de su don y ni podía mover los brazos, siempre los exhibia con orgullo, ni siquiera molestandose en cubrirlos, haciendolo ver fuerte. Pero esta vez, era todo lo contrario, en vez de estar gritando por lo mucho que le molesta sus lesiones, llegó en silencio hasta su cuarto, en lugar de estar energetico por mas, parecía cansado, aquellos moretones y raspones, lo hacian lucir vulnerable.
Tan..............fragil.
- d-dime algo, hablame - pidio angustiado Kirishima.
Los segundos seguían pasando, sin ninguna respuesta por parte del mayor, dejando más y más intranquilo al pelirrojo, quien al momento en el que iba a formular otra palabra, se retracto al instante desfigurando su expresión a una pasmada al ver, la cara del rubio. De un momento a otro levanto la vista, observandolo tan directamente que le genero escalofríos por todo el cuerpo, lo desolado en ellos provoco que tragara saliva, y con su semblante tan fatigado, el rubio dio a entender con sus ojeras, que le resultaba agotador, el seguir ahí.
Dandose la vuelta, el cenizo zafo su brazo despacio, para marcharse, dejando al pelirrojo atrás.
Él no queria hablar.
Y Eijirou lo sabia.
Apretando los labios, el moreno bajo la mirada hacia el suelo, sintiendose terriblemente rechazado, ¿asi se siente entonces?, ¿asi es como te sentias cada vez que lo negaba?, Katsuki. Estaba dado por hecho que no le hablaria, seguro Kirishima era la persona que mas pesar le causaba en este momento, era quien hirio sus sentimientos, él era la razón por el cual estaba así.
Cerrando con fuerzas sus ojos, apreto los dientes frustrado, teniendo un nudo en la garganta que no le causaba mas que dolor en el pecho. Ahi esta, la culpa, la tristeza, el rechazo, y la impotencia de no saber que hacer, de no saber que decir, de no saber expresarse.
Siempre le habian dicho que no había nadie mas aparte de él, quien podía comprender mejor la emociones del rubio, pero, por que sera que le costara tanto cuando los sentimientos eran hacia el. Tal vez sera por que no esta seguro de quien es ahora mismo, del por que dudaba tanto cuando era tan fácil, sin embargo, tenia claro que él era el responsable, y así también, seria él quien hiciera algo al respecto.
