SOY YO.

∅ ── Capítulo único.

( Nota: Dark Ron AU.
TW : manipulación emocional, creo. ooc. asesinato. )ㅤ

──── Harry, mírame. Soy yo. Ron. Soy tu mejor amigo. Nunca haría nada contra ti. Lo sabes, ¿verdad?

Ron estira una de sus manos y limpia las lágrimas que caen silenciosamente por las mejillas de su mencionado mejor amigo. Pasa por alto como Harry se estremece y retrocede ante esta acción, como si el simple tacto suyo le lastimara. Dulce. Harry lo mira con grandes ojos brillantes, parece buscar algo en él, alguna señal de... ¿De qué?

──── La marca en tu brazo no dice lo mismo. ──Murmura Harry con dificultad tras unos segundos, pareciendo dar por vencido con la búsqueda de lo que sea que haya querido hallar en Ron. Las palabras abandonan su garganta en un tono ronco y pesado, arrastrándose fuera de su boca casi de mala gana. El resentimiento y dolor se reflejan en cada una de ellas.

Ron maldice mentalmente, las esquinas de los labios temblando; se fuerza a mantener una sonrisa. Fue un descuido ridículo de su parte. Un escozor empezó en su antebrazo durante encantamientos, y ya que no era la primera vez que sucedía se escabulló sin complicaciones. Y quizás lo ha hecho tanto que, por eso, Hermione lo acorraló horas más tarde. Harry junto a ella se veía incómodo con la acusación, aunque había cierta sospecha en su mirada; Ron sabía que si nadie lo mencionaba, Harry nunca diría nada ni mucho menos le haría frente. Así que la culpa recaía en Hermione. E iba a sacar provecho de eso.

──── ¿No lo entiendes? Quiero ser de ayuda. ¿Qué mejor manera de derrotar a Voldemort desde dentro? Él cree que yo te estoy llevando por su camino. Me buscó, Harry, yo acepté porque así sabría si alguien de verdad te traicionaba. ──Empieza a decir Ron, acercándose más, con muecas y movimientos de manos que buscan hacer que Harry baje la guardia.

Harry curva los labios hacia abajo, paseando su mirada por toda la habitación; como buscando algo o alguien a quien aferrarse para no caer en las mentiras del traidor. Lamentablemente, no hay nadie más que ellos dos. Y Harry siempre ha tenido una debilidad por Ron que en esos momentos se regocija viendo a la duda posarse en los expresivos rasgos suyos.

──── Tú... ¿De verdad? ──Harry pregunta débilmente. Suena vulnerable y pequeño. Porque así es ante Ron. Ron, su mejor amigo, aquel que le consuela fuera de ojos juzgadores y burlones. Ron, que puede saber lo que necesita sin que siquiera tuviera que decir palabra alguna.

──── Por supuesto. Soy Ron, tu mejor amigo. Estaría dispuesto a todo por ti. ──Insiste ese mismo Ron, luciendo igual de amable que la primera vez que lo vio en el tren.

Una parte de Ron se siente disgustada consigo mismo al soltar con tanta facilidad toda esa palabrería para manipular a Harry, sabiendo que el susodicho es un cachorrito inofensivo si se sabe tirar de los hilos.

Por un momento, Ron piensa que sería estúpidamente simple asesinar a Harry ahí mismo. Quizás es el cariño que aún reside en el fondo de su oscuro corazón, lo que le impide hacer precisamente eso.

Lo que lo lleva a maquinar un nuevo plan. Siendo un estratega a envidiar, es cuestión de un par de segundos saber cuál es su camino a tomar. El mejor de todos. El que lo llevará a la gloria que está destinado a poseer.

──── Tengo que irme, Harry.

Harry vuelve a mirarlo. Esta vez, no con el dolor de la traición en sus ojos esmeralda sino con el miedo del abandono reflejado en ellos. Casi es patética la forma en la que está al borde del llanto en un parpadeo. Con pequeñas gotitas formándose en las esquinas de sus relucientes ojos verdes, haciendo un pequeño ruidito nasal.