Ardía.
Dolía.
Escocia.
Sufría.
Todo corría por sus venas. Su circulación iba más rápido de lo normal. Sus dedos estaban acalambrados y todas sus extremidades congeladas ante la sensación de muerte recorriendo su organismo. El veneno estaba fluyendo a todas las zonas, consumiendo sus células y acabando con todo lo vivo que le entregaba luz a la chica. Marinette estaba sangrando, sintiendo ese liquido escarlata correr desde su cuello hasta su estómago. Las succiones eran brutas y nada dulces. Nada comparado a las mordidas de Adrien, quien siempre la envolvía en sus brazos desde el inicio y el final del ritual sangriento. Adrien era amabilidad.
Este hombre..., era crueldad.
«Esto... ¿Es morir?»
La sensación de que alguien extraño y frio se metiera bajo la piel era desgarradora. Incluso más dolorosa que los pocos infartos que ha sufrido en su vida. Su corazón empezó a latir con taquicardia, pero poco a poco, por más succión que recibía..., más pequeños se volvían sus latidos. Marinette..., estaba perdiendo fuerzas en la bomba central que le entregaba vida.
Aquel venandi se estaba apoderando de ella.
—Eres deliciosa, dam... —lamio la herida, evitado que más gotas cayeran y fueran desperdiciadas. La sangre de Marinette era extrañamente dulce. Tentadora al gusto, y tenia claro que tanto el y aquel joven mestizo lo sabían de primera mano—. Muy al gusto, ¿no..., neófito?
—¡¡Suéltala, hijo de puta!!
—¿La quieres~? —agarro a Marinette del cuello enseñándosela a Adrien como un trapo usado—. Cógela~.
Adrien se lanzo desesperadamente hacia ambos, provocando que ese brutal y enfermo venandi soltara de mala gana a la chica. Marinette caía de pleno hacia el suelo, lo cual Adrien no pudo pasar de vista, apresurándose en atraparla entre sus brazos. Notando como estaba Marinette desmayada en sus brazos.
«Esta fría»
Su cuerpo se tensó. Evitando ese palpitar al oler el aroma sangriento de Marinette tan cerca de su organismo. Sin embargo, dejo aquello en segundo plano, ya que no era momento para pensar con los colmillos. Menos teniendo a Marinette posiblemente muriendo entre sus brazos y a un psicópata frente a ellos, esperando para atacarlos de nuevo.
—Tan deliciosa como imagine —soltó a enormes y locas carcajadas, limpiando los restos de sangre desde la comisura arrugada de sus labios, mientras observaba a Adrien con superioridad—. Oh~, no dejes que muera. Esa chica es una delicia, pero terminare de beber en cuanto te mate. Eres un estorbo, mestizo.
—Bastardo —gruño, abrazando a una desmayada Marinette quien cada vez se volvía más helada entre sus brazos. Enterró sus dedos en sus cabellos y agarro fuertemente su cuerpo contra el suyo en un intento de entregarle el calor que él ni siquiera poseía.
«Mierda, mierda, mierda. No siento su respiración, ni su corazón»
—Tranquilo, asquerosa porquería —Adrien acentuó su atención al venandi—. Inyecte mi veneno, por lo que no tardara tanto en mostrarse... —noto el cuerpo tenso del rubio, sintiendo satisfacción ante su reacción—. Poco a poco se volverá como yo..., la transformación será lenta y dolorosa, pero eso hará que su sangre sea aun más deliciosa. Sera entonces que..., vendré otra vez por ella.
—Te matare —gruño, mostrando esos rojos ardientes y salvajes, maldiciendo internamente al siniestro individuo frente a él—. No volveré a dejar que la toques, hijo de puta.
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Recul ||Adrinette +18||
FanfictionUn viaje universitario, junto tus amados y mejores amigos, y el chico misterioso del salón... ¿Qué podría salir mal? Eso era lo que creía Marinette, hasta que todo a su alrededor empezó a teñirse de un color carmesí sin comprender como empezó a romp...