Capítulo 13

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Edward Morguean

¿Como es posible de que el tiempo sea tan efusivo y a veces tan desacelerado?¿Cómo podemos decir que la vida que tenemos ahora la merecemos por lo que se cosechó en nuestra juventud?

Crecí en una familia adinerada y llena de lujos, con personal propio, habitaciones por doquier, una casa inmensa en la cual te perdías perdías no sabías de ella. Fiestas de salón y Bailes para cada estación u ocasión. Mi padre fue uno de los mejores inversionistas y empresario de la familia, pero era el hombre más humilde que he conocido, ayidabamis a personas y a gente que lo necesitaba. Mi padre me enseñó múltiples cosas, me dejó un legado de valores y habilidades, me dejó una herencia que proteger...

Y mi madre, es la persona más bella que tengo aún a mi lado, era la encargada de esas fiestas, la encargada de organizar todo. Era un amor con el personal de la casa, era un amor con la gente a su entorno, con sus hijos. Es una excelente madre, con mis hermanos y yo, era un paquete de bombones amorosos.

Hasta que mi padre falleció...

Todos mis hijos alcanzaron a conocerlo, incluida Becca...era su favorita, nunca se lo dije a nadie. Mi padre fue un abuelo que regaloneaba demasiado a sus nietos...

Fue feliz.

O eso creo.

Me casé joven con mi novia de la universidad, con ella tuve a Andrew y Blake, al dar a luz al último perdió demasiada sangre...y la perdí.

Luego mis padres me presentaron a la familia E'Donett, una nueva colaboración para la empresa...Y una esposa para que cuidara de mis hijos, mientras yo ese mismo año heredaba todo el monopolio de los Morguean, dejando a mis hermanos atrás y debajo mío.

Que idiota.

Lo sé.

Nos casamos al año de conocernos, y amaba a Kimberly, era una joven preciosa; su cabello rubio, su piel clara pero bronceada, sus ojos azules verdosos...Era una mujer hermosa.

Lo sigue siendo.

Y tuvimos a Collin, un pequeño travieso. Al año nació la primera princesa, mi Diana...

Luego los gemelos al siguiente año, los nombramos así por los abuelos de Kim.

Y casi al año y medio siguiente, Kimberly me espera después de una conferencia, con la noticia...

Estaba embarazada.

Los niños estaban felices, tendrían una hermanita. Yo lo estaba, tendría una pequeñita y esperaba que esta vez una de las niñas se pareciera a mi...

Pero Kimberly, cada día, semana y mes que pasaba se enfadaba más, se decaia demasiado. ¿No la quería? No lo sé sinceramente.

Nos tocó la diversión de estar todos en el hospital un 31 de diciembre, en año nuevo. Esperando que Becca naciera.

Y cuando nació fue hermoso. Aunque Kim no la quería tomar, no la quería abrazar, ni siquiera verla. No quería darle pecho...

Yo la tome y vi que tenia los ojos más bonitos del mundo, grandes y brillosos, sus mejillas eran rosadas, al igual que sus labios pequeños y redondos. Era un bebé hermoso.

Y luego fue creciendo, a la par con los demás.

Y me dolía verla crecer, me dolía saber porque su madre no la quería como debería, se me apretaba el pecho saber que en algún momento tendría que decirle...

Pero no puedo, porque ya hoy se acerca el día. Mis padres me dijeron que lo hiciera al cumplir los diecisiete, y estamos a meses...Y ya mi pequeña ha sufrido demasiado.

Algo que no debió ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora