El sereno de la mañana y los primeros rayos del sol eran la compañía perfecta para Daniela y María José, ambas mujeres se encontraban caminando, tomadas de la mano y con un ramo de lirios, sobre el pasto perfectamente recortado del cementerio.
-Hola hermanita- menciona Daniela al acercarse a la lápida donde se podían ver el nombre y las fechas tanto de nacimiento y defunción de Luz- un año más ha pasado desde tu muerte, un año más sin ti y no sabes cómo te extrañamos todos.
-Hola cuñada, hoy es un aniversario grande, 15 años ya, en verdad que el tiempo se me ha ido volando, siento como si hubiera sido ayer que Tom nos entregó tus cartas y nos volvimos las tutoras de esos tres pequeños.
-Y ahora León tiene 22 años, no hemos podido quitarle ese amor que se le desarrollo por la adrenalina y en este año que ha pasado obtuvo su licencia de buceo y se fue a nadar con tiburones, honestamente no sé qué haremos con él. Lo único que me tranquiliza es que Nicolás lo acompaña a todos lados y es un poco la voz de su conciencia.
-Pero no dejes de lado que ambos han terminado con honores su carrera de administración de empresas y se han integrado perfectamente a las disqueras, dándome oportunidad de viajar menos y estar más tiempo en casa contigo y nuestros padres.
-Tienes razón, hicimos bien en adoptar a Nicolás
-Tía Majo, tía Majo mira, te presento a Nicolás, es mi amigo, yo lo salve de esos niños que lo estaban molestando- menciona León quien amaba llevar alimentos junto a sus tías a diversos albergues u orfanatorios.
-Mucho gusto Nicolás- menciona María José dándole la mano para saludarlo- ¿Por qué te estaban molestando esos niños?
-Mucho guto, me moletan poque no puedo haba ben- intenta responder el niño que físicamente se veía del tamaño de León, pero su pronunciación parecía de un niño de 3-4 años.
- ¿y cuantos años tienes?
-Dez- dice al tiempo en que coloca frente a si sus manos abiertas de palmas.
-Estamos casi iguales, yo tengo 9, pero, aunque todos los niños fueran más grandes que yo, mis tías me han enseñado a que no debemos burlarnos o hacer menos a las personas, así que tenía que ayudarte.
-Gacias León, ¿tu quedes se mi amigo?
-¡siii! Y seremos los mejores amigos, tía ¿podemos llevar a Nicolás con nosotros a casa, aunque sea un par de días para que esos niños no lo molesten?
-Ya quedó todo limpio y los chicos están subiéndolo a la camioneta del restaurante- llega Daniela junto a su esposa y su sobrino- ¿Qué tenemos por aquí? ¿Quién es este pequeño? ¿un nuevo amigo?
-Él es Nicolás- responde María José y el niño le estira la mano a Daniela para saludarla- León lo salvó de unos niños que se burlaban de él por no poder hablar bien.
-Hola Nicolás, es un gusto- le toma la mano y lo saluda- me da gusto que León te ayudara.
-Tía Dany, ¿podemos llevar a Nicolás con nosotros? Así esos chicos no lo molestan más.
-No lo sé, debemos preguntarle a Amalia si es posible.
- ¿Preguntarme qué? - responde la rubia de cabellos rizados que era la encargada del orfanato y que se acercaba a despedirse de las Báez Luna y agradecer por su visita.
-León que te parece si tú y Nicolás van y juegan un rato en lo que tu tía y yo hablamos con Amalia ¿sí?
-Claro tía, ven Nicolás, ¿te gustan los videojuegos? Tengo un par en mi celular, podemos sentarnos y jugarlos.
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Luna Mía
FanfictionOhana significa familia, y tu familia nunca te abandona ni te olvida,