Las Hermanas Gigantes De Mi Amigo

No lo puedo creer.

Diego: Auch... Me duele mucho la cabeza... Más de lo normal... ¿Eh?

Me desperté y estaba en el suelo, podía sentir la alfombra cálida y cómoda, pero lo que más de llamo la atención fue que las tres hermanas de mi amigo estaban rodeandome.

Diego: ¿Ho... Hola?... ¿Está todo bien?...(asustado).

Ninguna de ellas me respondió pero tenían una sonrisa en su rostro...

Diego: ¡Oigan! ¡¿Qué está pasando?!

Entonces Nadia coloco su pie encima de mi. Yo trataba de entender la situación, pero al ver que estaba bajando lentamente su pie encima de mi, me hizo correr por instinto.

Diego: Logré esquivarlo, pero... ¿Qué te pasa? ¡Estoy aquí.!

No parecía reaccionar. Entonces Sasha asintio la cabeza y también trato de pisarme.

Diego: Oigan, esto ya no es una broma... Maldita sea!

Corrí tratando de esquivar sus pies, al principio era fácil, pero luego ellas aumentaron la velocidad.

Diego: Debo... Llegar debajo de la cama... Tal vez allí este seguro...

Y antes de poder llegar Ximena puso su pie enfrente de mi, lo que provocó que chocará con el.

Diego: ¿Tu también? Bueno... No me sorprende mucho, pero ¿Qué les pasa? Esto está mal...

Ella dió una sonrisa juguetona y de igual forma trato de aplastarme.

Diego: Ahora otro problema...

La dificultad había aumentado, ahora las tres trataban de aplastarme... Y no era delicadamente, era con intención de matarme con la fuerza de su impacto.

Diego: Esto es más difícil, ellas no lo saben pero cuando pisan, se mueve mucho el suelo... Solo debo...

Trate de esquivarlas y correr a la cama, pero a veces Ximena me lo impedía, y tenía que volver a dar vueltas.

Diego: Ya... Ya no puedo más... Esto es cansado...

Estaba muy rendido, así que antes de llegar debajo de la cama, me caí. Estaba mirando hacia el techo, muy confundido.

Diego: Tiempo... Fuera... Ya... Acabo la broma...

Nadia: ¿Broma? Esto es real...

Sasha: Si, esto es lo que quieres.

Ximena: Si, disfrútalo.

En poco tiempo, estaba rodeado por ellas. Igualmente me estaban viendo, yo trataba de entender más la situación pero no entendía nada.

Diego: Ya... A mí no me gusta esto... Es a su...

No quería que Ximena supiera de los gustos de su hermano, así que preferí dejarlo así.

Ya sabía que José era un maldito, pero era mi amigo.

Diego: Si lo van a hacer.... Haganlo ya...

Las tres chicas se miraron y pusieron sus pies enfrente de mi.

Diego: Es... ¿Enserio?.

Estaba en mi límite... Quería arrastrarme y llegar debajo de la cama.

"¡Maldita vida... No pensé que moriría de este modo. Esto tal vez a José le gusta pero a mí no. Es una maldita broma... Yo quería jugar videojuegos... Lo único raro en mi era ese gusto por los pies, pero juro que ya no quería tener esos gustos... De lo único que me arrepiento es no decirle  que me gusta a la chica de nuestra clase..."