15. El sótano oscuro

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Tras pasar varios días en casa junto con César y Bean, me empecé a dar cuenta de que ya no eran los mismos o tal vez yo ya no era la misma.

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-Hola, Bean hace tiempo que… Bueno, me preguntaba si…- no sabía como decirlo.

-Dímelo de una vez coño- me respondió gritando- no tengo tiempo para preguntas tan ineptas como tú- me miró enfurecido.

-Lo-lo siento- dije a la vez que agachaba la cabeza, decepcionada una vez más por su contestación, me fui a la cocina a por un vaso de leche.

Cuando volví, Bean ya no estaba en la habitación. Lo busqué en la habitación de César, tampoco estaba allí. Volví a la cocina a dejar el vaso vacío. Pero al dejarlo cuidadosamente en el fregadero, escuché un ruido que venía del sótano. Nadie bajaba al sótano, a lo mejor Bean estaba allí, así que olvidé mis miedos a la oscuridad y bajé. Bajé despacio, paso a paso, sin que nadie por pequeño que fuera pudiese notar mi existencia en la habitación. Al lado de una diminuta bombilla se encontraba un ser algo oscuro, lo que me incitó a salir de allí, pero por alguna razón no me fui y seguí observando lo que hacía, no era Bean.

Mientras observaba a esa cosa, una rata se puso en mi pie lo que me llevó a gritar a un tono que hasta el vecino de al lado podría oírme. El ser oscuro me miró con ojos brillantes como un gato. Sonrió de manera maliciosa. Y me intentó ahorcar sin preguntarse si quiera a quién estaba matando. Grité o al menos lo intenté, a la vez que sus manos se cerraban más y más alrededor de mi garganta, hasta que ya no pude más y creyendo estar muerta, lo único que recordé fue a mi hijo y que a partir de ese momento estaba solo.

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Perdida en un abismo en el que nunca había estado miré en una especie de televisión gigante mi vida pasar recuerdo a recuerdo, risa a risa y finalmente cuando se acabó, apareció New, no sabía el por qué pero ahí estaba, aunque bueno New estaba muerto como yo, algo que me tranquilizaba pues mi hijo no estaría en peligro. Pero, al acercarme ví en su rostro bondad algo que me parecía muy extraño viniendo de una persona como él.

Zalair vino a mí y me dijo que no todo era lo que parecía pues el New que yo veía no era realmente él sino Bean y que el "Bean" que se encontraba vivo no era más que New "disfrazado", al instante solté un grito ahogado y caí de rodillas al suelo, todo estaba perdido o… ¿Aún no?. Zalair al verme tan afectada me miró, me sonrió y me dijo una solución que costaría algún que otro quehacer. Al fin entendí, lo que dijo Bean cuando le maté "Te equivocaste de monstruo".

*Ceci*

Otro día más que tengo que hacer mi aburrido trabajo, ir a una tienda y colocar productos alimenticios en su lugar correcto. Esperando a que New me avise de que me toca hacer mi parte y se está haciendo bastante largo la verdad. Quiero acabar con esa hija de… Esa… Esa… Bah no merece la pena enfadarse ya me vengaré y será tan fría como amarga mi venganza, insuperable pues no sabe que le espera. *suena el teléfono*

-Hola New, me alegra oírte ¿Ha pasado algo interesante?-dije aburrida pues no oiría mas que otra vez la misma historia.

-Acabo de matar a Martina lο siento, ha sido sin querer, no sabía quien era- me colgó.

La furia empezó a recorrer todo mi cuerpo y finalmente grité, lo que provocó que me despidieran, pero no me importaba, ya nada importaba porque mi amor por New se acababa de convertir en odio, todo el odio que tenía acumulado en otras personas pasó a concentrarse solo en él, porque al fin me di cuenta quien me había hecho el peor daño, yo no era así, ahora me uniré a Martina, reviviéndola y matando a New.

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