Capitulo 1: La entrada del diario.

12 3 13
                                    


Querido diario:


El tiempo ha pasado muy rápido desde aquel día en Aqua. Todo mejoró para nosotros, visité a mi familia y seguí mi camino junto a mis amigos a nuestro actual hogar. Es una casa preciosa a las afueras de un pequeño pueblo y todos nos encontramos muy felices aquí, Sagitario nos enseña como defendernos (o lo básico al menos) y cada uno nos entretenemos en nuestras propias actividades luego.

Aileen ha estado encerrada en su habitación la mayor parte del tiempo, pero comparte un rato con nosotros de vez en cuando. No sé que sea lo que haya hablado con la diosa luna antes de que se llevara a Nightmare, pero claramente la ha dejado pensando.

Ahora me tengo que ir, Boreal está llamándome.


Ice cerró su diario con cuidado antes de levantar la mirada sobre Boreal que había desistido de llamar su atención y estaba observando por la ventana de la biblioteca.

— Boreal, ¿Qué tal si me recuerdas de qué forma hay que usar los cubiertos? — pidió Ice con paciencia al hada.


—Se utilizan de afuera para adentro— contestó Boreal aún observando al jardín— ¿Ya puedo ir afuera con los demás por favor? —

Ice suspiro antes de asentir con la cabeza permitiendo que la niña saliera a darles una visita a su medio hermano y a su amiga que entrenaban afuera. Bajar por las escaleras siempre se convertía en una actividad divertida cuando lo hacían juntas ya que a Boreal le encantaba deslizarse por el barandal, y Ice nunca se quejaba o levantaba oposiciones.

Ambas adolescentes llegaron al jardín muriéndose de la risa por la travesura para encontrarse con Aren e Itziar en el medio de una pelea. Aren era considerablemente mas veloz y escurridizo que Itziar lo que provocaba que la chica constantemente tropezara con sus propios pies al tratar de seguirle el ritmo y esquivar sus golpes.

Al fin una barrida fue suficiente para que la chica de pelo castaño cayera sobre su trasero ante los ojos de sus amigos. Al parecer la falta de adrenalina entorpecía sus movimientos en batalla.

Aren extendió su mano para ayudar a ponerla de nuevo en pie mientras Sagitario se dedicaba a corregir la posición de pelea de Itziar, pero el momento fue interrumpido cuando se oyó el graznar de un halcón.

— ¡Es Rafiki! ¡Y trae cartas!—

El ave revoloteo por encima de sus cabezas en lo que Itziar entró a la casa y salió con un guante de cuero que le alcanzaba el codo sobre el que Rafiki se paró. Aren aprovechó el momento en el que Itziar alimentaba al halcón con un trozo de carne seca para desatar las cartas que traía en sus patas

—Son dos cartas, ambas de Aaron, creo que esta es para ti— dijo Aren mientras le extendía una de las cartas a su compañera de pelea, la cual se rascó un poco el rostro tratando de disimular su sonrisa.

Todos juntos se dirigieron a la biblioteca donde Aileen se hallaba leyendo un libro mientras Leonoro flotaba a su alrededor jugando con su cabello y molestándola de forma general.

Boreal irrumpió en la biblioteca siendo perseguida por Itziar quien intentaba agarrar la carta que el hada le había robado. Sagitario entró detrás de ellas y se acercó a Aileen para saludarla con un beso en la mejilla al mismo tiempo que apretaba la cola de Leonoro para que el chico gato bajara al suelo.

Leonoro soltó un chillido y Aren se burló de el mientras que Ice abría el sobre que contenía la carta de Aaron para todos, se aclaró la garganta y comenzó a leer, esa vez con la atención de todos sus amigos sobre ella.

Buenos días.

Escribo esta carta para notificarles de mi estado actual y el estado del Bosque Blanco. Me encuentro en perfecta salud y mejoro cada día un poco más en mi velocidad, he cerrado tratados con un reino vecino sobre abrir caminos seguros para atravesar el Bosque Blanco.

—¿Dice algo interesante o es todo un monologo sobre su vida? — cuestionó Leonoro interrumpiendo la lectura de Ice. Sagitario lo observó de mala gana dándole a entender que no debía haber abierto la boca.

—Creo que está todo escrito como si fuera un tipo de reporte a alguna autoridad...— comentó Ice mientras escaneaba el papel con los ojos y notificaba a los demás que el elfo planeaba llegar al final del mes siguiente.

Luego de enterarse de las noticias la adolescente albina le alcanzó la carta a Itziar, y todos los presentes abandonaron la biblioteca, dejando nuevamente a Aileen sola con sus pensamientos.

Aileen se dejó llevar por la calma del lugar y cerró el libro sobre biología. Se acomodó en el sofá, cerró sus ojos con la intención de disfrutar del canto de las aves y el sentimiento de felicidad que la invadía.

Por un largo año había creado lazos con el resto de los elegidos, había formado la familia que siempre había anhelado y había enterrado los malos recuerdos de su familia anterior. Todo parecía comenzar a florecer en su vida.

Un graznido la sacó de su ensoñación, y se levantó del sofá para notar que el ave que había producido el ruido no era Rafiki, si no que un cuervo, que traía en una de sus patas un sobre blanco, sellado con el símbolo y el color de la realeza.

Guerra por la pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora