Luo Mingjie

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Capitulo XII

Luo Mingjie

Shen Yuan contempló la calle desde su ventana. Habían pasado tres días desde su llegada al nuevo local y todavía no se acostumbraba a los cambios que se le presentaron uno tras otro, haciendo que sintiera nostalgia por lo que se quedó atrás. Aunque nadie lo dijera en voz alta, su situación no era muy diferente a la de aquellas personas que se vieron obligadas a dejar sus hogares, desplazadas, heridas y olvidadas a causa de una guerra.

La gente común que circulaba día con día por la avenida principal todavía no se acostumbraba a la idea de que a las orillas del mercado ahora se asentaba un edificio dedicado al placer y miraban con curiosidad y repudio la Casa de Flores.

Shen Yuan seguía trabajando en su misión de hacerse amigo de los dueños de los puestos de comida y varias veces al día enviaba a Luo Binghe a comprar. Luo Binghe siempre lo miró con ojos llorosos, traicionado, cuando hizo tales pedidos, como si fuera herejía que decidiera comer algo más que su comida celestial, pero a Shen Yuan le gustaba variar de vez en cuando y también necesitaba ganarse la confianza y la información que la gente recolectaba en sus pequeños o grandes negocios.

En cualquier caso, las cosas se mantuvieron en una extraña calma. Nadie de la Montaña Cang Qiong lo visitó durante ese período, quizá porque estaban siendo considerados, quizá porque tenían mucho que hacer. Cualquiera que fuera la razón, Shen Yuan la aceptaría si eso significaba que tenía tiempo para descansar. La única desventaja que le vio a su inactividad fue que la lejana vista del Pico Qing Jing le trajo demasiados sentimientos que creyó olvidados.

El recuerdo de su esposo lo visitaba mientras soñaba despierto durante el día. A veces Binghe no venía solo, sino que Mingjie caminaba detrás de él. Shen Yuan rememoraba al niño con tanto detalle que dolía. Se acordaba de lo expresivos que eran sus ojos, de lo brillante que era su sonrisa y de lo mucho que se parecía a su padre emperador. Su nombre fue escogido por Shen Yuan: ming fue escrito con el carácter de "brillante", jie fue escrito con el carácter de "héroe y excepcional".

Luo Binghe le preguntó una vez si eligió el nombre esperando que su hijo pasara a la historia por sus sorprendentes hazañas. Shen Yuan negó de inmediato y murmuró algo sobre cómo ser un héroe no necesariamente significaba rescatar a cientos de personas o ganar una guerra, sino que se podía obtener el título salvando una sola vida. Luo Binghe estaba muy emocionado por la explicación, pero Shen Yuan tenía otra idea en su corazón cuando eligió el nombre.

Shen Yuan esperaba que Mingjie fuera la luz de Luo Binghe. Que le mostrara a su padre lo maravilloso que era el mundo. Luo Binghe necesitaba salir y hacer amigos, descubrir todo lo que se estaba perdiendo por miedo a ser lastimado de nuevo. Shen Yuan tenía sus límites, no siempre podía apoyar o entender a su esposo. Ciertamente, Mobei-jun y Sha Hualing cumplían con su papel de subordinados de confianza y amigos ocasionales, pero no siempre estaban para Luo Binghe porque tenían sus propias responsabilidades y fueron educados como demonios puros. Ellos no entendían sobre complejos y sensibilidades que eran netamente humanas y con las que Binghe luchaba día con día.

Luo Mingjie sería como su padre. Tendría una parte humana y una parte demoníaca. Sería una luz, una llama que nunca se apagaría para el héroe que había sufrido demasiado porque ese era su papel en la historia: el de mártir y villano.

Shen Yuan también recordaba lo difícil que fue para él criar a Mingjie. Todo el tiempo estaba preocupado por si estaba siendo demasiado estricto, demasiado flexible, demasiado sobreprotector o demasiado frío. Una vez su hijo de cinco años se acercó a él y le preguntó si no lo amaba, si lo odiaba y por eso lo dejaba tanto tiempo al cuidado de sus maestros. Shen Yuan tuvo que esconderse en sus habitaciones porque no supo cómo responder a esa pregunta sin sonar herido o enojado.

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