Capitulo 18.

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Miguel: Soy Miguel de la Madrid, presidente de México, escuché que trajiste a una hembra de la especie Furry-Lobo a la ciudad.

Eban: Así es, ella no es peligrosa, y si intentan hacerle algo, tendrán que pasar primero sobre mí.

Miguel: Oh, tranquilo, no venimos a hacerle nada, todo lo contrario, al saber que, ustedes dos son tan unidos sin complicaciones, creemos que pueden ayudarnos a terminar esta guerra antes de que ambas especies comiencen a matarse las unas a las otras.

Eban: Por lo que se, llevan en conflicto mucho tiempo ¿No?

Miguel: Así es, pero hasta ahora ambas especies solamente hemos estado en modo de defensa.

Eban: Entiendo pero... ¿Como podremos ayudar nosotros?

Miguel: Si ambas especies se dan cuent a que pueden convivir juntas, tal vez la guerra acabe y lleguemos a un acuerdo de Paz.

Eban: Y quieres que nosotros se lo mostremos

Miguel: Exacto, si se muestran juntos en frente de todos, tal vez lo entiendan.

Eban: Comprendo a lo que te refieres, pero en este momento no nos encontramos en las mejores condiciones, que digamos, no tengo dinero, necesito un trabajo y un lugar donde quedarme, además de que Velvela esta herida y necesita una sutura y no tenemos con que cubrir los gastos.

Miguel: Asi que se llama Velvela... Te propongo algo, si ustedes me ayudan, yo les daré hospedaje, comida, ropa, y pagare los gastos médicos ¿Trato?

Eban: ¿Y cual es el truco?

Miguel: No hay, solo quiero la paz para ambas especies, pero solo no podre hacerlo.

Eban: Bien, acepto el trato, nosotros haremos nuestra parte del trato. Hablare con Velvela de esto cuando se recupere.

Miguel: Por lo demos no debes preocuparte, los gastos médicos ya están pagados, ve a esta direccion *Dice entregándole un papel* ahí me encontraras y te llevare a el lugar donde te podrás hospedar, ademas de que habrá comida y ropa. Si no te importa debo retirarme, hay asuntos que debo resolver.

Eban: Hasta luego, gracias por la ayuda.

Sin mas, el presidente se retiro del lugar, y justo en eso el doctor regreso.

Doctor: Velvela ya se encuentra mejor, la dureza de su piel hizo que fuera mas dificil perforarla para poner la sutura pero al final lo conseguimos sin complicaciones extra, ella esta dormida pero pueden pasar a verla si así lo desean, se encuentra en la habitación 3-C en el 3er pasillo a la derecha. *Se da la vuelta y entra en otra habitación*

Eban: Vamos Angela, hay que ver a Velvela.

Angela: Hablando de eso... debo volver a casa, mis padres están esperando, espero no te moleste.

Eban: No! claro que no, ve con ellos, yo me quedare aquí a cuidar de ella.

Angela: Gracias por entenderlo, prometo venir después a ver a Velvela.

Eban: Ve con cuidado, hasta pronto.

La vi irse mientras usaba su celular para lo que parecía ser, responder una llamada. Por mi parte decidí entrar a ver a Velvela, camine por los pasillos que el doctor me indico hasta dar con la habitación 3-C. Al entrar lo unico que pude encontrar fue a una loba dormida con un vendaje en el abdomen, un tubo de suero inyectado justo en la vena y un monitor marcando su pulso cardiaco.

Eban: ¿Si que has pasado por mucho, no? Debo agradecerte todo lo que haces por mi, pero ocultar una herida así, no es bueno para nadie. Sabes, debo ir a ver unas cosas, te sorprenderás cuando descubras quien nos va a ayudar a salir de esta, solo faltara averiguar la manera de volver a nuestro presente. Pero eso sera tema para después, siempre y cuando podamos estar juntos, no me importa donde o cuando sea... Solo te necesito a tí.

Un Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora