T2: A las puertas del caos (2/2)

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 Bell se había quedado congelado después de haber visto a esta mantis salir de la nada, sin embargo eso no le impidió reaccionar justo cuando parecía que está iba a atacarlo. Hizo aparecer en su mano 3 dagas de luz, las cuales lanzó sin miramientos hacia la mantis. Al ver que el gusano había reaccionado de una manera agresiva y hostil, la contraria se tuvo que agachar; logrando esquivar el ataque. Aunque el felpudo gusano no se quedó así, ya que atacó de nuevo con una segunda ráfaga de dagas. 

La mantis sorprendida tuvo que esquivar otra vez el ataque, mientras trataba de acercarse a Bell, pero este último no se iba a dejar atrapar tan rápido. Pues pese a su aspecto tan frágil y débil, en realidad era demasiado ágil tanto para escapar, como para moverse. Unas alas blancas y brillantes aparecieron en su espalda, las cuales uso para poder elevarse por los aires, justo cuando su atacante parecía que iba a llegar a atraparlo. 

Gracias a esto, Bell pudo planear por encima de la mantis, que solo pudo gruñir molesta viendo que el gusano no podía quedarse quieto, pero no podía culparlo, realmente si fuera una presa. Sin duda si se divertiría cazandolo. Pero no estaba ahí para hacer eso, sino todo lo contrario. 

—¿¡Puedes quedarte quieto?!— Gritó la mantis, mientras esquivaba otro ataque de dagas. 

—¡Ni hablar, no pienso convertirme en la cena de una mantis!— Contestó Bell, en lo que seguía tratando de huir de esta mantis. 

En esta ocasión el joven Wyrm conjuro unas cuchillas de luz qué saldrían en el mismo lugar que la contraria iba a tocar, sin embargo algo que no espero el mismo era la agilidad y velocidad de la mantis, ya que apenas vio el brillo del nuevo ataque. Dio un salto qué la elevo un poco por los aires. Para luego rodar rápido para alejarse de las continúas ráfagas de ataque del gusano.

—¡Y yo no pensaba hacerte mi cena, pero como continúes de pesado vas a cambiar mi parecer!— 

—¡¿Entonces que quieres?!— 

—¡Te lo diría si no estuvieras tan ensañado en querer matarme! 

Mientras Bell y la mantis peleaban, el cazador de nuevo trataría de escapar ahora aprovechando de que nadie lo veía y prestaba atención. Con algo de suerte pudo aflojar las sogas qué sujetaban sus manos, para luego de batallar un poco más, liberarse de las mismas. En seguida de sentir sus manos más libres de la constante presión qué se le aplicaba, él solo pudo suspirar de alivio. Para luego comenzar a liberar sus piernas ahora de las sogas. 

Cuando por fin estuvo libre, se aseguro de que no lo estuvieran viendo, para su suerte el par se seguía peleando. Así que eso lo dejo perfectamente con vía libre para poder escapar. Así que abrió la puerta del carruaje, para enseguida irse de ahí corriendo tan rápido como sus heridas le pudieran permitir. Parecía que al final iba a poder escapar, ya que tuvo la oportunidad de avanzar un gran tramo de camino sin aún ser perseguido. 

Pero tuvo la mala fortuna de que justo se toparía con Karu y los demás que iban regresando junto a un par de mantis más.

Al verlo, de inmediato entre dos mantis lo inmovilizaron contra el piso, haciendo que este maldiga su suerte al saber que una vez más había sido capturado. 

[Minutos atrás

Luego de que Karu haya infructuosa y desastrosamente querido obtener mucha más información, el ciempiés estaba muy molido a golpes, mientras el contenedor se limpiaba sus nudillos con un trapo que le habían dado. 

—Creo que te has excedido...lo golpeaste tanto que ni siquiera sabemos si vaya a salir vivo de esta...— Karn miró a su hermano con una mirada demasiado molesta y desaprobatoria por sus acciones. 

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⏰ Última actualización: Jan 14 ⏰

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Hollow Knight: La Historia de Karu [Remasterizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora