Parte 1

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Draco se encontraba en una clase de Encantamiento, cuando la profesora McGonagall llegó y lo sacó de ella.

—Profesor Flitwick, puede permitirme sacar a Malfoy un momento —dijo la profesora McGonagall.

—Si, claro que sí, Profesora McGonagall —permitió el profesor Flitwick.

—Sígueme Malfoy.

Draco se preguntaba para que demonio lo quería la Profesora McGonagall. No se había metido en problemas esa semana, que el recordará, o por lo menos, el había limpiado toda sus huellas. Estaba tan metido en sus pensamientos que no sabía por dónde iba, de pronto se dio cuenta que estaba frente a Dumbledore.

—Oh, Señor Malfoy, que bueno que esta aquí —dijo tranquilamente Dumbledore

—¿Que hago aquí? —pregunto fríamente Draco.

—Quiero que vallas a buscarme algo, en una sala, en específico —dijo Dumbledore relajado en su silla.

Era un chiste, pensó Draco, lo habían sacado de una clases, sólo por que Dumbledore quería algo de una sala, por que no mandaba a otro, y lo dejaba en paz a él.

—Mande a Potter, para sus estúpidas peticiones —dijo Draco dándose la vuelta.

—Potter no puede, no te enviaría a ti, si no fuera importante —dijo Dumbledore más serio.

¿Que? ¿Potter no podía? ¿Que demonios estaba haciendo?

—¿Dónde está Potter? —preguntó Draco curioso.

Dumbledore parecía pensar cómo responder esa pregunta.

—¿Que está haciendo Potter?, ¿Por qué no puede mandarlo a él? —preguntó una vez más Draco.

—Potter anda resolviendo otros asuntos.

—¿Que asuntos?

—¿Le interesa lo que hace Potter, Señor Malfoy?

—No... ¿Que quiere usted que traiga?

Draco no admitiria jamás en su vida, que le interesaba todo lo relacionado a Harry Potter, pero era solo para joderlo, nada más, o al menos eso quería creer.

—Quiero que me traigas un paquete que esta en el piso 3, te recomiendo que no lo habrás, si no quieres morir —dijo Dumbledore.

—Bien.

* * *

Draco se dirigió al piso tres como le había indicado Dumbledore, encontró dos pasillos, uno oscuro y el otro claro, sacó su varita y camino directo al pasillo oscuro, conjuro el hechizo Lumos Pará ver mejor. Parecía que no había nadie, hasta que escucho una voz débil, de una sala, quiso abrir la puerta pero parecía enllavada.

Nox — apago la luz que provenía de su varita quedando en lo oscuro, luego pronunció un encantamiento de apertura—Alohomora.

La puerta se abrió en un instante, empujó la puerta de golpe, su varita la llevaba en alto, pero no veía nada, solo escuchaba unos gemidos agudos.

Lumos Máxima —iluminó toda la sala, topandose con el cuerpo de Harry Potter.

Por un momento Draco creyó que era una ilusión o imaginación suya, se acercó a Harry Potter, se agachó cerca de su cara, estaba sudando, miró sus manos y pies, y noto que estaban atadas, con un hechizo.

Emancipare.

Y las ataduras desaparecieron, Harry estaba medio conciente, con una suave y débil voz dijo.

Afrodisíaco | Drarry SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora